La agricultura en la Comunitat Valenciana enfrenta un desafío creciente debido a la proliferación de conejos y jabalíes, que están causando estragos en las explotaciones agrarias. La Unió Llauradora i Ramadera ha elevado su voz de alarma, solicitando a la Conselleria de Agricultura la creación de una línea presupuestaria específica para financiar la limpieza y acondicionamiento de parcelas abandonadas. Esta medida busca reducir la presión de la fauna silvestre, que se ha convertido en una amenaza significativa para los cultivos en la región.
La preocupación entre los agricultores es palpable, ya que el aumento de la población de conejos y jabalíes ha sido constante, especialmente durante la primavera. Este incremento ha resultado en pérdidas económicas que superan los 50 millones de euros en el último año. Los conejos, en particular, han demostrado ser devastadores, causando daños en una amplia variedad de cultivos. Los agricultores se ven obligados a incurrir en gastos adicionales para proteger sus plantas, como la compra de protectores individuales, y a asumir las pérdidas una vez que los daños ya se han producido.
Las medidas actuales para controlar esta situación, como los protocolos de actuación contra los daños causados por conejos, han sido consideradas insuficientes. La lentitud de estos protocolos significa que, en muchos casos, cuando se permite la entrada de cazadores a las parcelas, el daño ya es irreversible. Esto ha llevado a la Unió a enfatizar la necesidad de una gestión más integral y preventiva que aborde no solo el control cinegético, sino también la limpieza de parcelas abandonadas que sirven como refugio para la fauna.
La elevada presencia de parcelas abandonadas es un factor que agrava esta problemática. Estas áreas no solo actúan como refugio para los conejos, sino que también facilitan su dispersión hacia las explotaciones en producción. Aunque no existe un censo oficial de estas parcelas, es evidente que su número es considerable y muchas se encuentran en proximidad a parcelas activas, lo que multiplica el riesgo de daños.
La Conselleria de Medio Ambiente ha tomado medidas al respecto, implementando la Orden 4/2025, que establece bases para subvencionar a los ayuntamientos en el control poblacional del jabalí. Sin embargo, la Unió considera que es igualmente necesario que la Conselleria de Agricultura impulse una iniciativa específica para el control indirecto del conejo, en colaboración con los municipios, para proteger el sector agrario.
Carles Peris, secretario general de la Unió, ha expresado que las ayudas actuales proporcionadas por la Generalitat son insuficientes para frenar la sobrepoblación de fauna silvestre. La burocracia y la normativa existente complican aún más la situación, ya que no se cuenta con un presupuesto adecuado que permita actuar de manera efectiva frente a los daños causados por la fauna.
La situación es crítica y requiere una atención inmediata. Los agricultores están en una lucha constante no solo por mantener sus cultivos, sino también por asegurar su sustento. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades agrava un problema que, de no ser abordado, podría tener consecuencias devastadoras para la agricultura en la Comunitat Valenciana. La colaboración entre las distintas administraciones y la implementación de medidas adecuadas son esenciales para mitigar el impacto de la fauna silvestre y proteger la producción agrícola en la región.
En este contexto, es fundamental que los agricultores se mantengan informados sobre las posibles ayudas y medidas que se implementen para hacer frente a esta problemática. La comunicación entre las organizaciones agrarias y las administraciones es clave para desarrollar estrategias efectivas que permitan controlar la población de conejos y jabalíes, así como para fomentar la limpieza de parcelas abandonadas que contribuyen a la proliferación de estos animales.
La situación actual es un claro recordatorio de que la agricultura no solo depende de las condiciones climáticas y del mercado, sino también de la gestión adecuada de los recursos naturales y de la fauna que habita en el entorno. La colaboración y la acción coordinada entre las distintas partes interesadas son esenciales para garantizar un futuro sostenible para la agricultura en la Comunitat Valenciana.