El trágico accidente ocurrido en la Marina de València, donde un joven de 16 años perdió la vida tras caer de un muro en el Veles e Vents, ha reabierto el debate sobre la seguridad en esta popular zona de ocio. Ángel Brandez, presidente de la Asociación de Hosteleros Premium de la Marina, ha declarado que el accidente «era evitable» y ha instado a las autoridades a tomar medidas que garanticen la seguridad de los visitantes.
Los hosteleros segun informa el medio https://lavictoriadigital.com/ , que han estado advirtiendo sobre la peligrosidad de este muro durante más de una década, se sienten frustrados por la falta de acción. Aseguran que han propuesto soluciones concretas, como la instalación de una baranda de vidrio laminado, que evitaría que las personas se suban al muro y, por ende, los accidentes. Sin embargo, sus propuestas han sido desestimadas por el Consorcio València 2007, que gestionaba la zona hasta su liquidación.
### La historia detrás del muro
El muro en cuestión, que se ha convertido en un punto de atracción para quienes buscan tomarse selfies, ha sido objeto de múltiples quejas. Según los hosteleros, no es la primera vez que ocurre un accidente en esta área. En marzo de 2021, un joven se cayó desde el mismo muro y sufrió politraumatismos, aunque no llegó a tener un desenlace fatal. Sin embargo, la repetición de estos incidentes ha llevado a los dueños de los restaurantes a solicitar medidas de seguridad más efectivas.
«La gente se sienta, se apoya, se hace selfies y si te descuidas, te puedes caer», advierte José Ramón Fuster, abogado de Marina Premium. La propuesta de sustituir el muro por una baranda de vidrio laminado fue presentada en 2014, pero fue rechazada por el consorcio, que argumentó que la solución no se alineaba con la estética del Veles e Vents, diseñado por el arquitecto David Chipperfield.
A pesar de las advertencias y de la presentación de un proyecto viable, la única acción tomada ha sido la colocación de carteles que prohíben subirse al muro. Esta medida ha sido considerada insuficiente por los hosteleros, quienes argumentan que la falta de acción ha contribuido a la tragedia reciente.
### La respuesta del Ayuntamiento
Tras el accidente, el Ayuntamiento de València ha comenzado a estudiar medidas para abordar el problema del botellón en la zona, que ha sido señalado como un factor que contribuye a la inseguridad. La alcaldesa, Mª José Catalá, ha expresado sus condolencias a la familia del menor fallecido y ha indicado que se están considerando acciones que podrían incluir el cierre de los restaurantes ubicados en el aparcamiento del Veles e Vents.
Los hosteleros, sin embargo, sienten que están siendo injustamente culpados por la situación. Brandez ha declarado que ellos son los únicos que han tomado medidas para evitar el botellón y que han solicitado vigilancia para mantener el orden en la zona. «Ahora intentan culparnos de lo ocurrido, cuando somos los únicos que ponemos vigilancia para que no se haga botellón», ha afirmado.
La gestión de la Marina de València ha sido un tema complicado, especialmente tras la liquidación del Consorcio València 2007. El Ayuntamiento ahora tiene la responsabilidad de la limpieza y vigilancia de la zona, pero no puede realizar concesiones sin la aprobación de la Autoridad Portuaria de València. Esto ha generado confusión y ha dificultado la implementación de medidas de seguridad efectivas.
El accidente ha puesto de relieve la necesidad urgente de revisar las infraestructuras y las medidas de seguridad en la Marina de València. Los hosteleros continúan pidiendo a las autoridades que escuchen sus advertencias y que actúen para prevenir futuros accidentes. La comunidad espera que este trágico evento sirva como un llamado a la acción para mejorar la seguridad en una de las zonas más visitadas de la ciudad.