El pequeño pueblo de Villamalea, en Albacete, se ha convertido en un referente en la discusión sobre la regularización de inmigrantes en España. Con una población de aproximadamente 4,000 habitantes y una diversidad que incluye inmigrantes de 32 nacionalidades, el ayuntamiento ha dado un paso significativo al aprobar una moción que solicita al Gobierno español la regularización de aquellos que residen sin papeles. Esta decisión ha sido respaldada por todos los partidos políticos locales, a excepción de Vox, que no tiene representación en la localidad. El alcalde, José Núñez, ha destacado la importancia del trabajo de los inmigrantes en la economía local, especialmente en sectores como la agricultura y la ganadería.
La moción, que ha sido consensuada con diversas asociaciones del pueblo, subraya la necesidad de reconocer a los inmigrantes como ciudadanos plenos, permitiéndoles acceder a servicios básicos como la sanidad y la educación. Esther Collado, portavoz de Cáritas en Villamalea, ha enfatizado que la regularización no solo beneficia a los inmigrantes, sino que también fortalece la comunidad al garantizar que todos sus miembros tengan acceso a oportunidades laborales y servicios esenciales. Este enfoque inclusivo contrasta con la reciente decisión del ayuntamiento de Jumilla, que ha restringido las celebraciones musulmanas en espacios públicos, evidenciando la polarización en el debate sobre la inmigración en España.