Un trágico accidente tuvo lugar en Lisboa el pasado miércoles, cuando el funicular del Elevador de la Gloria descarriló, resultando en la muerte de al menos 15 personas y dejando a 23 más heridas, de las cuales cinco se encuentran en estado grave. Entre los heridos se encuentran dos ciudadanos españoles, según informaron las autoridades portuguesas. Este incidente ha conmocionado a la capital portuguesa y ha generado una respuesta inmediata de los servicios de emergencia y las autoridades locales.
El accidente ocurrió alrededor de las 18:00 horas (hora local), cuando un cable del funicular se soltó, provocando el descarrilamiento del vehículo. El Elevador de la Gloria es una atracción turística popular que conecta la plaza de los Restauradores con el Bairro Alto y el mirador de São Pedro de Alcântara, un lugar frecuentado por turistas que buscan disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad.
Los equipos de emergencia, que incluyeron más de 62 efectivos y más de una veintena de vehículos terrestres, llegaron rápidamente al lugar del accidente. Las ambulancias se movilizaron para atender a los heridos, mientras que la Policía Judicial inició una investigación para esclarecer las causas del incidente. La situación se complicó con la llegada de cientos de curiosos, muchos de ellos turistas, que se agolpaban en las inmediaciones del funicular, grabando con sus teléfonos móviles lo que sucedía.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó su profundo pesar por la tragedia, enviando sus condolencias a las familias de las víctimas y a los heridos. En un comunicado, el presidente también instó a las autoridades competentes a esclarecer rápidamente las circunstancias que llevaron a este accidente. La última vez que el Elevador de la Gloria había tenido un incidente similar fue en mayo de 2018, cuando también descarriló, pero afortunadamente no hubo heridos en esa ocasión.
La conexión entre la plaza de los Restauradores y el Bairro Alto es vital para el transporte en Lisboa, y el funicular es una de las formas más emblemáticas de moverse por la ciudad. Este accidente ha puesto de relieve la importancia de la seguridad en el transporte público, especialmente en un lugar tan concurrido como Lisboa, donde el turismo es una parte fundamental de la economía local.
**Impacto en la Comunidad y Respuesta del Gobierno**
La tragedia ha resonado no solo en Lisboa, sino en toda España, dado que dos de los heridos son ciudadanos españoles. El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha confirmado que el Consulado en Lisboa está en contacto constante con las autoridades portuguesas para brindar apoyo a los afectados. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, también se pronunció sobre el accidente, expresando su consternación y enviando sus condolencias a las familias de las víctimas. A través de su cuenta en la red social X, Sánchez manifestó su solidaridad con el pueblo portugués en este difícil momento y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también utilizó las redes sociales para transmitir sus condolencias y solidaridad al pueblo portugués. Este tipo de tragedias tiende a unir a las naciones, y en este caso, la respuesta inmediata y solidaria de ambos gobiernos refleja la cercanía entre España y Portugal.
**Investigación y Medidas de Seguridad**
La investigación sobre las causas del descarrilamiento del funicular está en marcha, y se espera que las autoridades portuguesas proporcionen más información en los próximos días. La seguridad en el transporte público es un tema crítico, y este accidente ha suscitado preocupaciones sobre la infraestructura y el mantenimiento de los sistemas de transporte en Lisboa. Las autoridades locales deberán revisar los protocolos de seguridad y mantenimiento de los funiculares y otros medios de transporte para evitar que incidentes similares ocurran en el futuro.
Los funiculares son una parte integral del paisaje urbano en muchas ciudades, y su operación segura es esencial para la movilidad de los ciudadanos y turistas. Este accidente es un recordatorio de la necesidad de mantener altos estándares de seguridad y realizar inspecciones regulares para garantizar que todos los sistemas de transporte sean seguros y confiables.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la comunidad de Lisboa y el resto del mundo estarán atentos a las actualizaciones sobre la investigación y el estado de los heridos. La tragedia del Elevador de la Gloria es un evento que marcará a la ciudad y que requerirá un esfuerzo conjunto para sanar y mejorar la seguridad en el transporte público.