En un trágico giro de los acontecimientos, el río Turia ha sido escenario de dos ahogamientos en una semana, lo que ha conmocionado a la comunidad de València. El último incidente ocurrió el 16 de junio de 2025, cuando el cuerpo sin vida de un joven colombiano de 20 años fue recuperado por los equipos de rescate en la zona de la presa que precede al azud de la Acequia de Tormos, entre Manises y Paterna. Este hallazgo se produjo exactamente una semana después de que otro joven, de nacionalidad china, también perdiera la vida en el mismo lugar, lo que ha llevado a las autoridades a investigar las circunstancias que rodean estos trágicos eventos.
La búsqueda del joven colombiano comenzó tras el aviso de sus amigos, quienes alertaron a los servicios de emergencia al no poder encontrarlo después de que se metiera al agua para refrescarse. Según testimonios, el grupo de amigos no sabía nadar y se había aventurado a un área que, aunque era conocida como zona de baño, había cambiado drásticamente tras las inundaciones que afectaron a la región. Las orillas del río, que antes eran accesibles, se habían convertido en un terreno peligroso lleno de escombros y restos de vehículos arrastrados por la riada.
Los esfuerzos de rescate se activaron rápidamente, con la participación del Consorcio Provincial de Bomberos, que movilizó un amplio dispositivo que incluía bomberos, rescatadores y buzos. Sin embargo, la búsqueda se vio interrumpida por la falta de luz y la dificultad de las condiciones del río. A primera hora del día siguiente, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) retomó la búsqueda y, tras un intenso rastreo, logró localizar el cuerpo del joven en el mismo recodo donde había sido encontrado el joven chino una semana antes.
La peligrosidad del tramo del río donde ocurrieron ambos ahogamientos ha sido subrayada por expertos, quienes advierten que los destrozos causados por las inundaciones han creado un entorno extremadamente arriesgado. A pesar de las advertencias, los carteles que indican que la zona es apta para el baño siguen en pie, lo que ha generado confusión entre los bañistas. Las autoridades locales están bajo presión para reevaluar la seguridad de estas áreas y tomar medidas que eviten que tragedias similares se repitan en el futuro.
### Condiciones del río y la falta de advertencias
La situación en el río Turia ha cambiado drásticamente en los últimos meses debido a las fuertes lluvias y las inundaciones que han afectado a la región. Las orillas, que antes eran accesibles y seguras para el baño, ahora están llenas de escombros, lo que ha creado un entorno peligroso para quienes se aventuran a nadar. La combinación de zonas de poca profundidad y otros tramos que superan los cuatro metros de profundidad ha resultado en un escenario mortal para los jóvenes que, sin saber nadar, se han visto atrapados en situaciones de riesgo.
El hecho de que los carteles que indican que la zona es apta para el baño sigan en pie ha sido objeto de críticas. Muchos se preguntan cómo es posible que, a pesar de los cambios drásticos en la orografía del río, las autoridades no hayan tomado medidas para advertir a los bañistas sobre los peligros actuales. La falta de información clara y precisa ha contribuido a la confusión y ha puesto en riesgo la vida de los jóvenes que buscan refrescarse en el agua.
Los amigos del joven colombiano han declarado que se sentían seguros en la zona, ya que creían que era un lugar conocido para nadar. Sin embargo, la realidad es que la fuerza del agua y los peligros ocultos en el fondo del río han demostrado ser letales. La comunidad está en duelo y exige respuestas sobre cómo se puede prevenir que estas tragedias se repitan en el futuro.
### La respuesta de las autoridades y el futuro del río Turia
Ante la creciente preocupación por la seguridad en el río Turia, las autoridades locales han comenzado a evaluar la situación. Se están llevando a cabo reuniones entre los responsables de seguridad y los servicios de emergencia para discutir posibles medidas que puedan implementarse para garantizar la seguridad de los bañistas. Esto incluye la posibilidad de retirar los carteles que indican que la zona es apta para el baño y la instalación de señales de advertencia más visibles que informen sobre los peligros del área.
Además, se están considerando campañas de concienciación para educar a los jóvenes sobre los riesgos de nadar en áreas que han sido afectadas por inundaciones. La comunidad está pidiendo que se realicen inspecciones regulares del río y que se tomen medidas para limpiar las orillas de escombros y peligros ocultos.
La tragedia en el río Turia ha dejado una profunda huella en la comunidad de València, y la esperanza es que, a través de la acción y la concienciación, se puedan evitar futuros ahogamientos y garantizar la seguridad de todos los que disfrutan de este hermoso entorno natural.