Las tensiones en Oriente Próximo han alcanzado un nuevo pico tras los recientes bombardeos en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, por parte de las fuerzas israelíes. Este ataque se produjo en respuesta a un presunto ataque de milicianos contra tropas israelíes, lo que ha llevado a un recrudecimiento de la violencia en la región. A pesar de que Israel ha anunciado la reactivación del alto el fuego, la situación sigue siendo crítica, con la identificación de rehenes muertos devueltos por Hamás. Hasta el momento, el movimiento ha entregado los restos de once de los 28 cautivos fallecidos, mientras que otros 15 cuerpos permanecen en la Franja de Gaza.
La violencia no se limita a Gaza. Recientemente, el Ejército israelí disparó y mató a un joven palestino en las cercanías de Hebrón, Cisjordania. Este incidente se suma a un aumento de la violencia en la región, donde, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina, 40 menores de edad han muerto en acciones de las Fuerzas Armadas israelíes en lo que va del año. Este alarmante dato resalta la gravedad de la situación y la necesidad urgente de un enfoque que priorice la vida de los civiles.
### La Respuesta Internacional y el Papel de Jordania
En medio de este contexto, el rey de Jordania, Abdalá II, ha expresado su escepticismo respecto a la posibilidad de que países extranjeros acepten imponer la paz en Gaza. Según su perspectiva, cualquier intento de desplegar fuerzas internacionales en la región podría ser rechazado. Este comentario se produce en el marco del plan de paz de 20 puntos propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que busca involucrar a estados árabes y socios internacionales en la estabilización de Gaza.
El plan incluye la formación y apoyo a las fuerzas policiales palestinas, así como la consulta con países como Jordania y Egipto, que tienen experiencia en la región. Sin embargo, la falta de confianza en la comunidad internacional y la historia de fracasos en la mediación de conflictos en Oriente Próximo plantean dudas sobre la viabilidad de este enfoque.
### La Situación Humanitaria en Gaza
La crisis humanitaria en Gaza se agrava con cada día que pasa. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha informado que, en total, han fallecido 198 palestinos en Cisjordania, de los cuales uno de cada cinco era menor de edad. Este dato pone de relieve la trágica realidad que enfrentan los civiles en medio de un conflicto que parece no tener fin.
Además, el Tribunal de los Pueblos sobre Gaza ha condenado lo que considera un genocidio perpetrado por Israel contra la población gazatí, señalando al sionismo como la raíz del conflicto. Esta declaración, realizada por un jurista de renombre, ha generado un debate intenso sobre la naturaleza del conflicto y las responsabilidades de las partes involucradas.
En este contexto, Egipto ha comenzado a enviar equipos a Gaza para ayudar en la búsqueda de cadáveres de rehenes israelíes. Este esfuerzo incluye palas cargadoras y excavadoras, lo que refleja la urgencia de la situación y la necesidad de recuperar a aquellos que aún permanecen desaparecidos entre los escombros.
La creación de un nuevo Centro de Coordinación Civil-Militar para Gaza, inaugurado por Estados Unidos e Israel, busca monitorizar el alto el fuego y facilitar la llegada de ayuda humanitaria. Sin embargo, la falta de transparencia sobre sus operaciones y objetivos ha suscitado preocupaciones sobre su efectividad y el impacto que tendrá en la población civil.
A medida que la situación se desarrolla, el líder de Hamás en Gaza ha declarado que no dará ningún «pretexto» a Israel para continuar con sus ataques, indicando que las operaciones de recuperación de cuerpos comenzarán en nuevas áreas destruidas de Gaza. Esta declaración subraya la complejidad de la situación y la continua tensión entre las partes.
La comunidad internacional observa con preocupación el desenlace de estos acontecimientos, mientras que la población civil sigue sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin. La búsqueda de una solución duradera se vuelve cada vez más urgente, y la presión sobre los líderes de ambas partes para que busquen un camino hacia la paz se intensifica.
