La reciente intervención de la portavoz de Bildu en el Congreso ha generado un intenso debate entre el Gobierno y el Partido Popular (PP). Mertxe Aizpurua, durante la sesión de control, acusó al Gobierno de permitir la impunidad de organizaciones fascistas en España. Su discurso provocó una respuesta airada de la portavoz del PP, Ester Muñoz, quien criticó duramente a Sánchez por permitir tales comentarios en la Cámara.
En respuesta a las acusaciones de Bildu, el presidente Pedro Sánchez anunció la publicación de un catálogo de símbolos franquistas que serán retirados de las calles antes de finalizar noviembre. Esta medida busca promover una memoria democrática que respete los principios de la Constitución española. Sin embargo, la controversia no se detuvo ahí, ya que las intervenciones continuaron con acusaciones mutuas entre los partidos, reflejando la polarización política actual en España.