Telefónica, el gigante de las telecomunicaciones, ha dado un paso significativo hacia el futuro con la presentación de su nuevo plan estratégico, denominado ‘Transformar y Crecer’. Este plan, que marca un cambio de rumbo para la compañía, se ha diseñado para mejorar los ingresos y la rentabilidad hasta 2030, al tiempo que se busca reducir el apalancamiento y proteger el grado de inversión otorgado por las agencias de calificación. La estrategia, aprobada por unanimidad por el consejo de administración, cuenta con el respaldo de los principales accionistas, incluyendo al Estado español y a CriteriaCaixa.
Uno de los aspectos más destacados de este nuevo enfoque es la decisión de recortar el dividendo que se pagará a los accionistas. Aunque se mantendrá el dividendo comprometido para este año, que asciende a 0,30 euros en dos pagos, se reducirá a la mitad el próximo año, estableciéndose en 0,15 euros en un solo pago. Esta medida permitirá a la compañía ahorrar aproximadamente 850 millones de euros en el próximo ejercicio, en comparación con los 1.700 millones que se repartirán este año. Este cambio en la política de dividendos representa un giro en la estrategia tradicional de Telefónica, que históricamente ha mantenido una retribución atractiva para sus accionistas.
### Adaptación a un mercado en transformación
El sector de las telecomunicaciones está experimentando cambios profundos en toda Europa, y Telefónica busca adaptarse a estas nuevas realidades. La compañía ha expresado su intención de participar activamente en la consolidación del mercado, tanto en España como en el resto de Europa. Sin embargo, Telefónica ha dejado claro que cualquier movimiento se realizará con disciplina financiera, priorizando el fortalecimiento de su balance y la generación de liquidez.
La empresa ha señalado que la ineficiencia en las inversiones en el mercado europeo es un problema, dado el pequeño tamaño de muchas operadoras en comparación con los gigantes de Estados Unidos y China. La concentración del sector podría generar sinergias significativas, estimadas entre 18.000 y 22.000 millones de euros, que podrían destinarse a aumentar las inversiones en tecnología y mejorar la autonomía estratégica de la Unión Europea. Telefónica se ha comprometido a estar lista para aprovechar las oportunidades que surjan en este contexto de consolidación, aunque no ha especificado qué fusiones o adquisiciones podrían estar en su radar.
### Objetivos financieros y pilares estratégicos
El nuevo plan de Telefónica establece objetivos financieros claros, con un crecimiento anual compuesto de ingresos proyectado entre el 1,5% y el 2,5% para el periodo 2025-2028, y un aumento acelerado de entre el 2,5% y el 3,5% para 2028-2030. Además, se espera que el resultado bruto de explotación (EBITDA) ajustado crezca en un rango similar. Para lograr estos objetivos, Telefónica ha identificado varias iniciativas destinadas a mejorar la eficiencia operativa, con un impacto bruto de ahorros que podría alcanzar hasta 3.000 millones de euros para 2030.
El plan ‘Transformar y Crecer’ se basa en seis pilares estratégicos que buscan simplificar y modernizar la operación de la compañía. Uno de los objetivos es ofrecer una experiencia de cliente de primer nivel, lo que implica inversiones significativas en inteligencia artificial y mejoras en la atención al cliente. Además, Telefónica planea ampliar su oferta para clientes residenciales, reforzando la convergencia en mercados clave como España y Brasil, y expandiendo su presencia en Reino Unido y Alemania.
Otro pilar fundamental es el crecimiento del negocio empresarial y de administraciones públicas, modernizando los servicios de comunicación y acelerando el crecimiento de los servicios digitales a través de Telefónica Tech. La compañía también se enfocará en mejorar sus capacidades tecnológicas, invirtiendo en redes fijas y móviles, así como en ciberseguridad, un área que ha visto un aumento en los presupuestos públicos.
Telefónica también ha reconocido la necesidad de simplificar su modelo operativo, lo que podría incluir la reducción del tamaño de su centro corporativo y la reestructuración de sus unidades de negocio. Este enfoque busca crear una organización más ágil, con mayor autonomía para las operaciones en cada país y un enfoque en funciones críticas que generen valor a través de la escala.
Finalmente, el desarrollo del talento es otro aspecto clave del plan, con el objetivo de atraer y retener a los mejores profesionales en todos los mercados donde opera la compañía. La cultura organizacional se centrará en el impacto y la ejecución, buscando mejorar la flexibilidad y la capacidad de respuesta ante los desafíos del mercado.
Con este nuevo plan, Telefónica se posiciona para enfrentar los retos del futuro y aprovechar las oportunidades que se presenten en un entorno en constante evolución.
