Luis Carrero Pérez, exasesor de Moncloa y colaborador de David Sánchez en la Diputación de Badajoz, ha decidido renunciar a su puesto en la institución provincial, donde ocupaba el cargo de Jefatura de Sección de Coordinación de Centros y Programas de Actividades Transfronterizas. Su renuncia se produce en un contexto de investigación judicial que involucra a varios funcionarios y a la contratación de Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, quien está bajo la lupa por supuestas irregularidades en su contratación.
### Contexto de la Renuncia
Carrero, que es funcionario de carrera en la Escuela Oficial de Idiomas de Mérida, había estado trabajando en la Diputación desde el 1 de enero de 2024 en una plaza que le permitía estar en comisión de servicio hasta diciembre de 2025. Sin embargo, decidió abandonar su puesto cinco meses antes de lo previsto, lo que ha suscitado interrogantes sobre las razones detrás de su decisión. La jueza Beatriz Biedma, que investiga el caso, ha señalado que la relación entre Carrero y Sánchez es un aspecto crucial en la investigación.
Durante los interrogatorios, se han revelado correos electrónicos que muestran la cercanía entre ambos, donde Carrero se refería a Sánchez como «hermanito». Esta relación personal ha llevado a la jueza a cuestionar si hubo algún tipo de favoritismo en la contratación de Carrero, quien había trabajado anteriormente en Moncloa como asesor en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno.
La investigación se centra no solo en la contratación de David Sánchez en 2017, sino también en cómo se gestó la plaza de Carrero en la Diputación. La jueza ha indicado que se están revisando los procedimientos de selección y si hubo alguna irregularidad en el proceso que permitió a Carrero acceder a ese puesto. En su declaración, Carrero ha afirmado que su deseo de jubilarse en Extremadura fue lo que lo llevó a postularse para la plaza, aunque también ha admitido que su amistad con Sánchez influyó en su decisión de colaborar en un proyecto conjunto.
### El Proyecto ‘Operegrina’ y la Influencia de la Amistad
Uno de los puntos destacados en la investigación es el proyecto ‘Operegrina’, que tenía como objetivo llevar la ópera a las zonas rurales de Extremadura mediante un teatro portátil. Este proyecto, que buscaba financiación a través de fondos europeos, fue impulsado por Carrero y Sánchez, quienes firmaron un acuerdo de colaboración entre varias instituciones, incluyendo el Ministerio de Cultura y la Junta de Extremadura. Sin embargo, el proyecto no logró obtener la subvención necesaria para su desarrollo.
Carrero ha declarado que su participación en el proyecto fue solicitada debido a su experiencia en comunicación y redacción de informes, habilidades que había desarrollado durante su tiempo en Moncloa. A pesar de su estrecha relación con Sánchez, Carrero ha insistido en que no recibió garantías de que su puesto en la Diputación estuviera asegurado y que no tiene conocimiento de que Sánchez hubiera influido en su contratación.
La jueza Biedma ha expresado su preocupación por la posibilidad de que la relación personal entre Carrero y Sánchez haya afectado la transparencia del proceso de selección. La investigación ha revelado que, aunque Carrero tenía una trayectoria profesional sólida, la forma en que se produjo su incorporación a la Diputación está siendo examinada minuciosamente.
La renuncia de Carrero se produce en un momento crítico, ya que la investigación judicial continúa y se espera que se tomen decisiones sobre las posibles responsabilidades de los implicados. La situación ha generado un gran interés mediático y ha puesto de relieve la necesidad de una mayor transparencia en los procesos de contratación pública, especialmente en instituciones gubernamentales.
La Diputación de Badajoz se enfrenta a un escrutinio público considerable, y la renuncia de Carrero podría ser solo la punta del iceberg en un caso que podría tener repercusiones más amplias en la política local y regional. A medida que avanza la investigación, se espera que se revelen más detalles sobre las conexiones entre los funcionarios involucrados y las decisiones que llevaron a la contratación de Carrero y Sánchez.
La situación actual plantea preguntas sobre la ética en la administración pública y la importancia de mantener la integridad en los procesos de selección de personal. La renuncia de Carrero es un recordatorio de que las relaciones personales en el ámbito político pueden tener consecuencias significativas y que la transparencia es fundamental para la confianza pública en las instituciones.