La situación política en España y, en particular, en la Comunitat Valenciana, ha estado marcada por una serie de eventos que han generado un clima de tensión y polarización. Alberto Fabra, expresident de la Generalitat y actual diputado del PP, ha compartido su perspectiva sobre los desafíos que enfrenta la región y el país en general. En una reciente entrevista, Fabra abordó temas críticos como la inmigración, la crisis de gobernabilidad y la gestión de emergencias, especialmente en relación con la devastadora riada del 29 de octubre de 2024.
La inmigración ha sido un tema candente en el debate político actual. Fabra sostiene que asociar la criminalidad exclusivamente a la inmigración es un error grave. En su opinión, España ha pasado por diferentes etapas en su relación con la migración, desde ser un país emisor de emigrantes a convertirse en receptor. «Necesitamos mano de obra de fuera para trabajos que a los españoles nos cuesta aceptar», afirma. Esta visión contrasta con la postura más radical de otros partidos, como Vox, que abogan por soluciones extremas a problemas complejos. Fabra defiende que el PP debe buscar un enfoque más moderado y centrado en la realidad, en lugar de dejarse llevar por la retórica polarizadora.
El expresident también reflexionó sobre la actual crisis de gobernabilidad en la Comunitat Valenciana. A pesar de las críticas hacia Carlos Mazón, actual presidente, Fabra defiende su capacidad de liderazgo y su derecho a continuar en el cargo. «Mazón no debe dimitir; es una persona capaz que puede seguir defendiendo los intereses de la Comunitat Valenciana», argumenta. Sin embargo, reconoce que la gestión de la crisis provocada por la riada del 29-O ha dejado mucho que desear. La falta de coordinación y la tardanza en la respuesta ante la emergencia han sido puntos críticos que deben ser revisados. Fabra señala que hay muchas cosas que analizar y mejorar en la gestión de emergencias, desde la comunicación hasta la infraestructura.
La polarización política también ha sido un tema recurrente en la conversación. Fabra sostiene que todos los actores políticos tienen responsabilidad en el clima de crispación que se vive en el país. Aunque reconoce que el Gobierno tiene un papel preponderante, también señala que la oposición debe asumir su parte de responsabilidad. «Todos participamos en este espectáculo», dice, sugiriendo que es necesario un cambio en la forma en que se hace política en España. La búsqueda de acuerdos entre partidos, especialmente entre el PP y el PSOE, podría ser una vía para reducir la tensión y encontrar soluciones a problemas comunes.
En cuanto a la gestión de la crisis del 29 de octubre, Fabra no escatima en críticas hacia la falta de previsión y la ineficacia de los sistemas de alerta. La situación fue extraordinaria y, según él, se debió haber solicitado ayuda del ejército antes de que la situación se tornara crítica. La falta de información y la inacción de las autoridades han dejado a muchos ciudadanos sintiéndose abandonados. «La misión de la administración es proteger», enfatiza, sugiriendo que se deben priorizar las inversiones en infraestructura que puedan prevenir futuras tragedias.
La conversación también tocó el tema del cambio climático, un fenómeno que, según Fabra, está afectando la intensidad y frecuencia de las tormentas. A pesar de que algunos partidos cuestionan su existencia, él sostiene que es una realidad que debe ser abordada con seriedad. Las tormentas actuales son más fuertes que las del pasado, y es imperativo que las administraciones se preparen para ello. La planificación a largo plazo y la inversión en obras que salven vidas deben ser una prioridad, más allá de las decisiones electorales inmediatas.
Finalmente, Fabra se muestra optimista respecto al futuro político de la Comunitat Valenciana. A pesar de las dificultades, cree que hay espacio para la mejora y la colaboración entre los diferentes partidos. La clave, según él, radica en volver a los pactos que han funcionado en el pasado y en no dejarse llevar por el ruido de la política actual. La reconstrucción de la confianza entre los ciudadanos y sus representantes es esencial para avanzar hacia un futuro más estable y próspero.