La Calle Alicante en Valencia reabrirá al tráfico rodado y de peatones el 9 de octubre, tras las recientes lluvias que han afectado a la región. Esta decisión se produce en un contexto donde la gestión de emergencias ha sido un tema candente, especialmente en relación con la vigilancia de los barrancos. El conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama, ha admitido que no se tiene claridad sobre el número de agentes medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que han estado monitoreando estas áreas durante el episodio de lluvias. La falta de información ha generado preocupación, dado que la vigilancia de los barrancos es crucial para prevenir inundaciones y desbordamientos.
En el marco de esta situación, Valderrama destacó que, aunque la CHJ tiene la responsabilidad de informar sobre los incrementos de caudales, el pasado 29 de octubre, la Confederación retiró a su personal de vigilancia justo antes de que se produjeran las lluvias más intensas. En su lugar, cuatro unidades de bomberos forestales y varios dispositivos de bomberos de Valencia fueron desplegados para atender la emergencia. La coordinación entre las distintas entidades es fundamental para garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar los riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos.