Las recientes manifestaciones en España han puesto de relieve un creciente descontento hacia la participación de Israel en eventos culturales y deportivos. La protesta que obligó a cancelar la última etapa de la Vuelta Ciclista a España ha sido un punto de inflexión, con partidos de izquierda como Sumar exigiendo un boicot más amplio. Yolanda Díaz, líder de Sumar, expresó su satisfacción por el impacto de estas movilizaciones, que han resonado a lo largo de la carrera ciclista. Este movimiento busca visibilizar la situación en Gaza y cuestionar la legitimidad de la participación israelí en competiciones internacionales.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha respaldado esta iniciativa, argumentando que los eventos culturales no deben servir para «blanquear» lo que él considera atrocidades contemporáneas. Urtasun ha instado a que se amplíen los boicots, sugiriendo que la participación de Israel en Eurovisión debería ser reconsiderada. Esta postura ha encontrado eco en varios canales de televisión de países europeos, que han amenazado con no asistir al festival si Israel participa. La situación se complica aún más con la crítica de Podemos al Gobierno, acusándolo de hipocresía por no romper relaciones con Israel mientras apoya la movilización ciudadana.