La política española ha visto el ascenso de Óscar Puente, actual ministro de Transportes, quien ha captado la atención tanto por su gestión como por sus polémicas en redes sociales. Desde su llegada al Congreso, Puente se ha destacado como un orador incisivo, capaz de desafiar a la oposición con un estilo directo y provocador. Su debut fue inesperado, convirtiéndose rápidamente en un referente dentro del grupo socialista, donde su capacidad para comunicar y conectar con el público ha sido ampliamente reconocida.
En su trayectoria, Puente ha enfrentado críticas por su uso de las redes sociales, especialmente durante crisis como los incendios forestales en España. Su tendencia a publicar comentarios mordaces ha generado reacciones mixtas, desde apoyo dentro de su partido hasta exigencias de dimisión por parte de la oposición. A pesar de las controversias, su habilidad para gestionar situaciones complejas, como la recuperación de infraestructuras dañadas, ha reforzado su imagen como un político eficaz, aunque polarizante. La combinación de su estilo provocador y su capacidad de gestión lo posiciona como una figura clave en la política actual.