La situación laboral de los médicos en España ha alcanzado un punto crítico, llevando a miles de profesionales a salir a las calles en una jornada de huelga convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA). Esta manifestación, que tuvo lugar en Madrid, se centró en la exigencia de un estatuto propio que reconozca las particularidades del colectivo médico. Entre los participantes, dos jóvenes facultativas, Elisa Mazón y Wanda Acosta, compartieron sus experiencias y preocupaciones sobre las condiciones laborales que enfrentan.
Elisa Mazón, de 26 años y residente de neurocirugía en el Complejo Hospitalario Universitario Nuestra Señora de Candelaria en Tenerife, expresó su frustración con la situación actual. «Nos gusta nuestra profesión, pero se confunde vocación con esclavitud», afirmó mientras sostenía una pancarta en la manifestación. Junto a su compañera Wanda Acosta, de 35 años y residente de neurocirugía, viajaron a Madrid para unirse a sus colegas del sindicato AMYTS. La marcha recorrió la distancia entre el Congreso de los Diputados y el Ministerio de Sanidad, donde los médicos clamaron por un reconocimiento que contemple sus derechos y necesidades laborales.
### Demandas de un Estatuto Propio
Uno de los temas más críticos que abordaron Mazón y Acosta fue el de las guardias de 24 horas. Ambas denunciaron que no se respeta el descanso posterior a estas largas jornadas, lo que va en contra de la normativa que establece que no se puede trabajar más de 48 horas semanales. Sin embargo, hay médicos que han llegado a trabajar más de 80 horas en una semana, y algunos incluso han acumulado más de 144 horas en 15 días. «Esto no es legal, no está permitido para ningún trabajador», señalaron.
Además, las doctoras explicaron que las horas trabajadas durante las guardias no se contabilizan adecuadamente para la cotización. «La cotización se contempla por día trabajado y no por horas trabajadas. Entonces, da igual que trabajes 1, 3, 7 o 24 horas, no se va a contar», enfatizaron. Esta situación ha llevado a muchos médicos a sentirse desprotegidos y a exigir un estatuto que reconozca sus derechos y condiciones laborales.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha calificado de «inaceptable» la demanda de un estatuto propio para los médicos, argumentando que podría ser discriminatorio respecto a otras categorías profesionales dentro del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, Mazón no dudó en criticar esta postura: «Trata de poner a la población en contra de nosotros, queriendo generar que estemos por encima de los demás». La joven médica insistió en que lo único que buscan es el reconocimiento de su formación y el esfuerzo que han realizado para llegar a ser médicos.
### La Realidad de Ser Médico en España
Ambas facultativas compartieron sus reflexiones sobre la realidad que enfrentan los médicos en España. Mazón, quien eligió estudiar Medicina sin conocer las dificultades que vendrían, comentó: «En el momento en el que yo elegí Medicina, desconocía esta situación. Ha sido cuando he empezado a trabajar, cuando realmente lo he vivido». A través de la huelga y la manifestación, buscan transmitir a los estudiantes de Medicina que están en prácticas la dura realidad del ejercicio profesional. «Cuando estudié en la facultad, nadie me lo contó. Pensaba que ser médico era una cosa súper chula. Pero no es lícito que sigamos en estas condiciones», añadió.
Por su parte, Wanda Acosta, originaria de Colombia y que homologó su título en 2016, expresó su sorpresa ante las condiciones laborales en España. «Yo no pensé que esto iba a ser así en un país que se supone que es desarrollado. No pensé que tuviese que hacer guardias de 24 horas. En mi país, un país en vías de desarrollo, eso no se hace». Su testimonio resalta la necesidad de un cambio en las políticas laborales que afectan a los médicos en España.
La manifestación en Madrid fue solo una de las muchas acciones que los médicos están llevando a cabo para exigir mejoras en sus condiciones laborales. La situación actual ha puesto de relieve la urgencia de un diálogo constructivo entre los profesionales de la salud y las autoridades sanitarias, con el fin de encontrar soluciones que beneficien tanto a los médicos como a los pacientes que dependen de su atención. La lucha por un estatuto propio y por condiciones laborales dignas continúa, y los médicos están decididos a hacer oír su voz en este proceso.