La historia de la Transición española es un periodo complejo y lleno de matices, especialmente en la Comunitat Valenciana. A menudo se presenta como un tiempo de paz y reconciliación, pero la realidad es que estuvo marcado por episodios de violencia política que moldearon el futuro autonómico de la región. Este artículo se adentra en los hechos que rodearon la lucha por la autonomía y el autogobierno en València, destacando cómo la ultraderecha influyó en el proceso y las consecuencias que tuvo para la identidad política valenciana.
La Violencia en la Transición Valenciana
El 6 de octubre de 1977, un suceso trágico marcó un hito en la historia de la violencia política en la Comunitat Valenciana. Miquel Grau, un joven de 21 años y militante del Movimiento Comunista del País Valencià (MCPV), fue asesinado tras recibir un ladrillo arrojado desde un balcón mientras pegaba carteles en Alicante. Este acto de violencia no fue un caso aislado, sino que formó parte de una serie de 519 episodios violentos documentados por el historiador Borja Ribera en su obra sobre la Transición. Ribera estima que el número real podría ser aún mayor, lo que pone de manifiesto que la idea de una Transición pacífica es un mito.
La investigación de Ribera revela que de los 519 episodios catalogados, 320 están vinculados a la violencia de la ultraderecha. Estos incluyen atentados, asaltos, amenazas y agresiones, que en su mayoría buscaban desvirtuar el proceso autonómico y debilitar a los sectores más nacionalistas y de izquierda. La violencia no solo se limitó a ataques físicos; también incluyó campañas de intimidación que afectaron a librerías y organizaciones que promovían la cultura y la identidad valenciana.
La Batalla de València
Uno de los momentos más significativos de esta época fue la conocida como Batalla de València, un término que Ribera considera engañoso. En lugar de ser un enfrentamiento entre dos fuerzas iguales, fue un ataque sistemático de la ultraderecha que buscaba imponer su agenda política. Durante este periodo, la presión sobre los grupos nacionalistas fue intensa, y la violencia se utilizó como herramienta para silenciar cualquier voz que abogara por una mayor autonomía o por la identidad cultural valenciana.
Los resultados electorales de 1977 mostraron una clara mayoría de izquierdas en la Comunitat Valenciana, con el PSOE como principal fuerza. Sin embargo, la violencia y la presión política llevaron a un cambio en el liderazgo del Consell preautonòmic en 1979, cuando el socialista Josep Lluís Albiñana fue reemplazado por el ‘ucedista’ Enrique Monsonís. Este cambio fue crucial para entender el trasfondo de la violencia política en la región y cómo la ultraderecha logró influir en el proceso de autogobierno.
La Influencia en el PSPV-PSOE
La violencia política tuvo un impacto significativo en el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE). A medida que la presión de la ultraderecha aumentaba, el PSPV comenzó a distanciarse de sus raíces nacionalistas. Un ejemplo claro de este cambio se encuentra en el Document d’Alacant, que en su momento abogaba por el reconocimiento de una comunidad de vínculos lingüísticos y culturales entre el País Valenciano y Cataluña. Sin embargo, en el congreso de Benicàssim de 1982, el partido decidió enterrar sus esencias nacionalistas, lo que marcó un giro en su identidad política y en su postura hacia la autonomía.
Este cambio no solo afectó al PSPV, sino que también tuvo repercusiones en el proceso de elaboración del Estatut de Autonomía. La presión de la ultraderecha y el anticatalanismo lograron convertir el proceso estatutario en una excepción, alejando a la Comunitat Valenciana de cualquier cercanía cultural o política con Cataluña. La violencia y la intimidación se convirtieron en herramientas efectivas para moldear la identidad política de la región, dejando una huella que perdura hasta hoy.
La memoria de estos eventos es crucial para entender la historia reciente de la Comunitat Valenciana. La violencia política no solo fue un fenómeno aislado, sino que tuvo un impacto duradero en la forma en que se concibe la autonomía y la identidad valenciana. A medida que se revisita este periodo, es fundamental reconocer la complejidad de la Transición y los desafíos que enfrentaron aquellos que lucharon por una mayor autonomía en un contexto de violencia y represión.