El 29 de octubre de 2024, la Comunitat Valenciana vivió una de las tragedias más devastadoras de su historia reciente. La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la región dejó un saldo trágico de 229 vidas perdidas, y la gestión de la emergencia por parte del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha sido objeto de intensas críticas y controversias. Este artículo se adentra en los eventos de aquel fatídico día, analizando la cronología de los hechos y las decisiones tomadas por las autoridades.
La llegada de la tragedia
Aproximadamente a las 20 horas, Carlos Mazón llegó al Palau de la Generalitat, donde fue informado por uno de sus asesores, Josep Lanuza, sobre la magnitud de la tragedia: «Presidente, hay muchos muertos». Este momento marcó un punto de inflexión en la percepción de Mazón sobre la situación, que hasta ese momento había subestimado. La secuencia de eventos que condujo a su llegada al Cecopi, el centro de coordinación de emergencias, ha suscitado numerosas preguntas sobre su gestión y compromiso durante la crisis.
Antes de recibir la alarmante noticia, Mazón había estado en una comida en el restaurante El Ventorro, donde se reunió con la periodista Maribel Vilaplana. La duración de esta comida, que se extendió por casi cuatro horas, ha sido objeto de debate. Inicialmente, se argumentó que la comida era privada, pero posteriormente se cambió la narrativa a que era una reunión de trabajo. Esta falta de claridad ha alimentado las críticas hacia el presidente, quien fue acusado de priorizar un almuerzo sobre la atención a la emergencia que se desarrollaba en la región.
La cronología de los hechos es crucial para entender la gestión de Mazón. Según informes, el Es-Alert, una alerta masiva enviada a los dispositivos móviles, se lanzó a las 20:11, un momento en el que muchas de las víctimas ya habían perdido la vida. La jueza que investiga el caso ha calificado esta alerta como tardía y poco efectiva, lo que ha llevado a cuestionar la preparación y respuesta del gobierno ante la crisis.
Las versiones contradictorias sobre la comida
Las versiones sobre la comida de Mazón y Vilaplana han variado con el tiempo. Inicialmente, se afirmó que la comida había terminado alrededor de las 17:00 horas, pero Vilaplana, en una carta abierta publicada meses después, rectificó su declaración, afirmando que el encuentro concluyó entre las 18:30 y las 18:45. Esta discrepancia ha llevado a la conclusión de que Mazón pudo haber estado en su despacho durante un tiempo crítico, sin tener conocimiento de la gravedad de la situación en la calle.
El hecho de que la Generalitat no haya proporcionado pruebas que respalden la versión oficial sobre la ubicación de Mazón durante ese tiempo ha alimentado aún más la controversia. Fuentes cercanas al presidente han indicado que él acompañó a Vilaplana hasta su vehículo en el parking de Glorieta Paz, lo que contradice la narrativa de que estuvo en su despacho. Esta falta de claridad ha generado desconfianza y ha llevado a muchos a cuestionar la responsabilidad del presidente en la gestión de la crisis.
La respuesta del gobierno y la crítica pública
La respuesta del gobierno ante la tragedia ha sido objeto de críticas tanto desde la oposición como desde la ciudadanía. La falta de una respuesta rápida y efectiva ha llevado a manifestaciones y protestas en las que se exige una rendición de cuentas por parte de Mazón y su equipo. La gestión de la emergencia ha sido calificada como ineficaz, y muchos ciudadanos sienten que sus vidas no fueron priorizadas adecuadamente durante la crisis.
La situación se ha visto agravada por la percepción de que Mazón estaba más preocupado por su imagen pública y por mantener reuniones sociales que por atender la emergencia. La falta de comunicación clara y efectiva durante los momentos críticos ha dejado a muchos sintiéndose desprotegidos y desinformados.
A medida que se acerca el aniversario de la tragedia, la presión sobre el gobierno para que rinda cuentas y mejore su gestión de emergencias se intensifica. La memoria de las víctimas sigue viva en la comunidad, y muchos esperan que se tomen medidas concretas para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir en el futuro. La gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024 servirá como un recordatorio de la importancia de una respuesta rápida y efectiva ante emergencias, así como de la necesidad de una comunicación clara y transparente entre las autoridades y la ciudadanía.
