La presidenta de Navarra, María Chivite, ha reafirmado su compromiso con el cargo que ocupa, a pesar de las recientes controversias relacionadas con el ‘caso Cerdán’. En una conferencia de prensa celebrada el 19 de junio de 2025, Chivite declaró que no existen razones válidas para su dimisión, enfatizando la necesidad de continuar con la gestión de los presupuestos y otros asuntos críticos para la comunidad foral. La situación se ha intensificado tras la renuncia de Ramón Alzórriz, vicesecretario general del Partido Socialista de Navarra (PSN), quien se vio envuelto en un escándalo debido a su conexión con una empresa adjudicataria de obras públicas.
Chivite defendió la integridad del Gobierno de Navarra y del PSN, afirmando que no hay indicios de ilegalidad en las adjudicaciones realizadas. «Defiendo la limpieza y la honorabilidad de nuestro Gobierno», subrayó, añadiendo que la situación actual no debe desviar la atención de los objetivos políticos y administrativos que tienen por delante. La presidenta también anunció que el PSN celebrará una reunión ejecutiva para elegir un nuevo portavoz parlamentario y que el Gobierno foral se personará en la causa contra Cerdán como parte perjudicada.
### Contexto del Caso Cerdán
El ‘caso Cerdán’ ha generado un gran revuelo en la política navarra, especialmente tras la revelación de que Alzórriz no comunicó que su pareja trabajaba en Servinabar, una de las empresas que obtuvo contratos para las obras de los túneles de Belate. La Unidad Central Operativa (UCO) ha señalado que Santos Cerdán, un destacado miembro del PSN, posee el 45% de dicha empresa. A pesar de las implicaciones, Chivite ha insistido en que Alzórriz no ha cometido ningún delito, sino que ha fallado en comunicar información que podría haber sido relevante.
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, también ha respaldado a Chivite, afirmando que el PSOE actúa cuando hay indicios de irregularidades. Este respaldo es crucial en un momento en que la presión sobre el Gobierno de Navarra está aumentando, y la estabilidad del PSN podría verse comprometida si no se manejan adecuadamente las crisis internas.
### Reacciones y Consecuencias Políticas
La decisión de Chivite de no dimitir ha sido recibida con reacciones mixtas. Algunos miembros del PSN y de la oposición han expresado su preocupación por la falta de transparencia en la gestión de los contratos públicos. La situación ha llevado a un debate más amplio sobre la ética en la política y la responsabilidad de los funcionarios públicos en la gestión de conflictos de interés.
Por otro lado, los partidarios de Chivite argumentan que su permanencia en el cargo es esencial para mantener la estabilidad política en Navarra. La presidenta ha enfatizado que su enfoque está en los asuntos que realmente importan a los ciudadanos, como la aprobación de los presupuestos y la gestión de los servicios públicos. En este sentido, ha instado a sus colegas a centrarse en el trabajo legislativo y en las necesidades de la comunidad.
La situación actual también ha puesto de manifiesto la importancia de la comunicación interna dentro del PSN. La falta de información compartida entre los miembros del partido ha sido un punto crítico en el desarrollo del caso, y muchos consideran que es necesario establecer protocolos más claros para evitar futuros escándalos.
En el ámbito más amplio de la política española, el caso Cerdán podría tener repercusiones significativas en la percepción pública del PSN y su capacidad para gobernar. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo se manejan las relaciones internas del partido y cómo se perciben las acciones de Chivite en el contexto de la política navarra y nacional.
La presidenta ha dejado claro que su intención es seguir adelante con su agenda y que no se dejará intimidar por las controversias. Con la celebración de la ejecutiva del PSN y la sesión extraordinaria del Gobierno, se anticipa que se tomarán decisiones clave que podrían definir el futuro del partido y de la administración navarra en los próximos meses.
