La reciente comparecencia del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, ha desatado una ola de críticas por parte del Partido Popular (PP) en Valencia. Durante su declaración ante la jueza, Polo fue acusado de haber ignorado alertas cruciales sobre el desbordamiento del barranco del Poyo, lo que resultó en una catástrofe con numerosas víctimas. Nando Pastor, portavoz del GPP, ha calificado la situación como una «estafa narrativa» y ha exigido la comparecencia de Polo en Les Corts para aclarar su papel en la gestión de la crisis. Según Pastor, la falta de acción y la desinformación por parte de Polo han puesto en riesgo la seguridad de los valencianos.
El PP ha argumentado que la gestión de Polo durante la emergencia fue negligente, señalando que, a pesar de haber recibido correos de alerta, no tomó las medidas necesarias para prevenir la tragedia. Esta situación ha llevado a los populares a solicitar su cese inmediato, argumentando que su continuidad en el cargo representa un peligro para la comunidad. La presión sobre el Gobierno socialista se intensifica, ya que el PP busca respuestas claras y una rendición de cuentas sobre la gestión de emergencias en la región.