La clòtxina, un molusco emblemático de la gastronomía valenciana, se enfrenta a desafíos significativos en su producción debido a las condiciones climáticas y la presión del mercado. Este año, los productores han notado un aumento en la temperatura del agua, lo que ha llevado a una recolección anticipada de este apreciado marisco. La temporada alta, que coincide con las vacaciones de verano, es crucial para los criadores, quienes dependen de la demanda de los consumidores que buscan disfrutar de este manjar en sus platos.
La clòtxina ha recuperado su popularidad en eventos como la fiesta del Mercat de Cabanyal, donde se celebra su valor como producto local. Este evento no solo promueve la clòtxina, sino que también fomenta un sentido de comunidad entre los consumidores y productores. Con una oferta que supera el millón de kilos, los criadores se enfrentan a la competencia del mejillón, pero defienden la superioridad de la clòtxina, argumentando que su menor tamaño la hace más sabrosa.
### La Producción de Clòtxina y sus Retos
La producción de clòtxina se lleva a cabo en bateas, estructuras flotantes donde se cultivan estos moluscos. Este año, los criaderos se han trasladado a una nueva ubicación cerca de la terminal de Grimaldi, un cambio que, aunque parece inusual por la cercanía de grandes buques, ha demostrado ser beneficioso. Según José Luis Peiró, presidente de la Asociación de Clochineros, el movimiento de agua generado por la llegada de los barcos ayuda a mantener la temperatura del agua más fresca, lo que es favorable para el crecimiento de la clòtxina.
Sin embargo, la ola de calor que afecta a la región ha llevado a los productores a anticipar el final de la temporada, que podría acortarse en más de una semana. Este cambio en el clima no solo afecta la recolección, sino que también plantea preocupaciones sobre la calidad del producto. Las regulaciones son estrictas; si llueve más de cinco litros por metro cuadrado, la clòtxina no puede ser recolectada ni enviada a la depuradora durante tres días, lo que puede afectar la oferta en el mercado.
La cría de la clòtxina es un proceso meticuloso que incluye la fijación de larvas a cuerdas y un tratamiento de depuración que dura al menos doce horas. Este proceso se lleva a cabo en instalaciones en Beniparrell, ya que la depuradora del puerto fue desmantelada durante las reformas para la America’s Cup. A pesar de estos desafíos, los criadores están comprometidos con la calidad y la sostenibilidad de su producto.
### Integración del Turismo en la Producción de Clòtxina
La temporada 2025 ha visto una innovación en la forma en que se presenta la clòtxina al público. Con la colaboración de la empresa Boramar, se han organizado excursiones turísticas que permiten a los visitantes conocer de cerca el proceso de producción de este molusco. Estas visitas incluyen una degustación de clòtxina depurada y cocinada, lo que no solo educa a los turistas sobre la importancia de este producto local, sino que también promueve su consumo.
Además, el evento de la «Entrada de la Clòtxina» en el Mercat del Cabanyal ha sido un éxito, atrayendo a numerosos visitantes y celebrando la riqueza gastronómica de la región. Este tipo de iniciativas son esenciales para mantener viva la tradición de la clòtxina y para asegurar su lugar en la cultura culinaria valenciana.
Sin embargo, la clòtxina también enfrenta amenazas naturales. La dorada, un depredador voraz, representa un desafío constante para los criadores. A pesar de los esfuerzos por proteger las bateas, la presencia de este pez puede causar estragos en las cosechas. Los criadores deben estar siempre atentos a las condiciones del agua y a la salud de sus cultivos para garantizar la calidad del producto que llega al consumidor.
La clòtxina no solo es un símbolo de la gastronomía valenciana, sino también un reflejo de la conexión entre la comunidad y el mar. A medida que los productores enfrentan nuevos retos, la colaboración entre ellos y la promoción de su producto en el ámbito turístico son pasos cruciales para asegurar la continuidad de esta tradición. La clòtxina, con su sabor único y su historia rica, sigue siendo un tesoro del mar que merece ser valorado y protegido.