La tragedia que golpeó a la localidad de Pedralba el 29 de octubre de 2024, cuando una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) azotó la región, dejó una profunda huella en la comunidad. La desaparición de José Javier Vicent Fas, conocido como Javi, y su hija Susana, de 30 años, marcó un antes y un después en la vida de sus seres queridos. Un año después, la búsqueda de Javi ha tomado un nuevo giro con el hallazgo de restos que podrían pertenecerle, lo que ha reavivado la esperanza de su familia y amigos.
La DANA que afectó a la Comunidad Valenciana fue una de las más devastadoras en años recientes, causando inundaciones y desbordamientos en ríos y barrancos. Javi y su hija se encontraban en su casa de campo en Pedralba cuando la tormenta se desató. Susana, la esposa de Javi, había regresado a Valencia para trabajar, dejando a su familia en la casa de campo. El último mensaje que Javi envió a su esposa fue alarmante: «Pasa muchísima agua por delante de casa». Desde ese momento, la familia no volvió a tener noticias de ellos.
La búsqueda de Javi y su hija fue intensa, con equipos de rescate y voluntarios trabajando incansablemente para encontrar a los desaparecidos. Desafortunadamente, el cuerpo de Susana fue hallado dos días después, en la playa del Mareny Blau, a 75 kilómetros de su hogar. Sin embargo, la búsqueda de Javi continuó sin éxito durante meses. La comunidad se unió en la esperanza de que algún día se encontraría una pista que llevara a su paradero.
**El hallazgo de los restos en el río Túria**
El 21 de octubre de 2025, un año después de la tragedia, se produjo un avance significativo en la búsqueda de Javi. Durante las labores de limpieza del cauce del río Túria, un maquinista de la empresa pública Tragsa encontró un cuerpo sepultado en barro y cañas, a poco más de cien metros al sur del Azud de Quart. Este descubrimiento fue un momento de gran emoción y tristeza para la familia de Javi, ya que se trataba de una posible identificación de su ser querido.
La Guardia Civil ha clasificado la identificación de los restos como una «prioridad absoluta». Se han tomado muestras biológicas del cadáver, que se presume que es de Javi, para realizar pruebas de ADN que confirmen su identidad. Estas muestras han sido trasladadas al Laboratorio Central de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde se espera que se realicen los análisis necesarios para establecer oficialmente la identidad del cuerpo encontrado.
El Instituto de Medicina Legal de Valencia ha comenzado el estudio forense para determinar las causas de la muerte. Aunque se sospecha que la causa principal fue el ahogamiento, como ocurrió con la mayoría de las víctimas de la DANA, se realizarán pruebas adicionales para confirmar esta hipótesis. La familia de Javi, especialmente su esposa Susana, ha estado esperando este momento con la esperanza de que se pueda dar un cierre a esta trágica historia.
**El impacto emocional en la comunidad y la familia**
La tragedia de Javi y su hija ha dejado una marca indeleble en la comunidad de Pedralba. Las familias de los desaparecidos han expresado su dolor y frustración a lo largo del año, enfrentándose a la incertidumbre y la angustia de no saber qué ocurrió con sus seres queridos. La búsqueda de Javi ha sido un símbolo de la lucha de muchas familias que han perdido a sus seres queridos en esta catástrofe natural.
La esposa de Javi, Susana, ha sido una voz constante en la búsqueda de su marido. A lo largo del año, ha compartido su angustia y su esperanza en diversas entrevistas, destacando la necesidad de que se haga justicia y se encuentren a todos los desaparecidos. La comunidad ha respondido a su llamado, organizando vigilias y eventos para mantener viva la memoria de Javi y Susana, así como para apoyar a las familias afectadas por la DANA.
El hallazgo de los restos de Javi ha traído consigo una mezcla de emociones. Por un lado, la esperanza de que finalmente se pueda dar un cierre a esta historia; por otro, el dolor de recordar la tragedia que les ha tocado vivir. La identificación de los restos es un paso crucial para la familia, que ha estado esperando respuestas durante un año. Sin embargo, el proceso de duelo y sanación será largo y complicado.
La comunidad de Pedralba ha mostrado una gran solidaridad durante este tiempo, apoyando a las familias afectadas y trabajando juntas para reconstruir lo que se ha perdido. La tragedia ha servido para unir a la comunidad, que ha aprendido a valorar aún más la vida y la importancia de estar juntos en los momentos difíciles.
El impacto de la DANA en la región ha llevado a las autoridades a replantear las medidas de prevención y respuesta ante futuras catástrofes naturales. La limpieza de los cauces de ríos y barrancos se ha convertido en una prioridad para evitar que tragedias como la de Pedralba se repitan. Las lecciones aprendidas de esta experiencia son vitales para la seguridad de la comunidad y la protección de sus habitantes.
La historia de Javi y su hija Susana es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de la esperanza en tiempos de desesperación. A medida que la comunidad continúa su proceso de sanación, el legado de Javi y Susana vivirá en los corazones de quienes los conocieron y amaron. La búsqueda de respuestas y la lucha por la justicia seguirán siendo una parte fundamental de la vida en Pedralba, mientras todos esperan que se haga justicia para las víctimas de la DANA.
