El golfista español Jon Rahm ha dejado una huella imborrable en el US Open de este año, culminando su participación con una ronda final que ha hecho vibrar a los aficionados. A pesar de que no había un título en juego, Rahm se presentó en el emblemático campo de Oakmont con la determinación de mejorar su posición en la clasificación y demostrar su talento en el deporte. Su actuación fue un claro recordatorio de por qué es considerado uno de los mejores golfistas del mundo.
### Un Final de Vuelta que Deslumbró
La última ronda de Rahm fue un espectáculo en sí mismo. Con un inicio algo titubeante, el vizcaíno logró encadenar tres birdies consecutivos en los últimos hoyos, lo que le permitió cerrar su participación con una tarjeta de -3, la mejor del día hasta ese momento. Este resultado le permitió escalar hasta la séptima posición, con un total acumulado de +4. La jornada estuvo marcada por la paciencia y la capacidad de Rahm para resetear su mente después de cada oportunidad fallida, lo que es crucial en un torneo de esta magnitud.
A lo largo de la ronda, Rahm mostró su habilidad con los hierros, aunque también tuvo que lidiar con algunos putts que no entraron, lo que le costó valiosas oportunidades de birdie. A pesar de esto, su capacidad para mantener la calma y concentrarse en el juego fue evidente, especialmente en los momentos críticos. La tormenta eléctrica que interrumpió el juego durante una hora y media no pareció afectar su rendimiento, lo que demuestra su fortaleza mental.
### Estadísticas que Hablan por Sí Solas
Las estadísticas de la última jornada de Rahm son impresionantes. Logró alcanzar 11 de las 14 calles de Oakmont, lo que refleja su precisión desde el tee. Además, tuvo un notable desempeño en los greens, alcanzando 16 de 18 greens en regulación, lo que le permitió tener múltiples oportunidades de birdie. Sin embargo, el putter fue su talón de Aquiles, ya que falló catorce putts de menos de tres metros, lo que podría haber cambiado drásticamente su posición en el torneo.
Rahm comenzó la ronda con un acumulado de +7, pero su determinación y habilidad le permitieron cerrar con un -3, lo que es un gran logro en un campo tan desafiante como Oakmont. Su juego en el par 5 del hoyo 4 fue un ejemplo de su talento, donde logró un birdie que estuvo a punto de convertirse en eagle. Sin embargo, la inconsistencia en los putts le costó más de una vez, ya que cada birdie que lograba era seguido por un bogey, lo que refleja la naturaleza impredecible del golf.
El golfista español se despidió de Oakmont con una sonrisa, agradeciendo el apoyo del público y mostrando satisfacción por su actuación. A pesar de no haber logrado el título, su rendimiento en la última ronda fue un claro indicativo de su potencial y de lo que puede lograr en futuros torneos. Rahm ha demostrado que, aunque el camino no siempre es fácil, su pasión y dedicación al golf son inquebrantables.
La jornada final del US Open no solo fue un testimonio de la habilidad de Rahm, sino también una lección de perseverancia y enfoque. A medida que se prepara para futuros desafíos, los aficionados al golf esperan con ansias ver cómo este talentoso jugador continúa su carrera y busca más títulos en el futuro. Su capacidad para superar adversidades y su deseo de mejorar son cualidades que lo distinguen en el mundo del golf.