La caza y el comercio ilegales de cuernos de rinocerontes están llevando a esta especie a un punto crítico de extinción. En respuesta a esta alarmante situación, un grupo de científicos ha desarrollado el Proyecto Rhisotope, una iniciativa que busca frenar el tráfico ilegal de cuernos de rinoceronte mediante la inserción de isótopos radiactivos en los cuernos de estos animales. Este innovador enfoque, que se ha estado gestando durante seis años, ha alcanzado su fase operativa, marcando un hito en la lucha contra la caza furtiva.
El Proyecto Rhisotope, desarrollado por investigadores de la Universidad de Wits en colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene como objetivo hacer que los cuernos de rinoceronte sean fácilmente detectables por los sistemas de seguridad nuclear en fronteras y aduanas de todo el mundo. La inserción de isótopos radiactivos de baja intensidad en los cuernos busca desincentivar el comercio ilícito al garantizar que los cuernos sean interceptados antes de que puedan ser vendidos en mercados ilegales.
### La Amenaza de Extinción y la Necesidad de Soluciones
Durante más de una década, la caza furtiva ha amenazado a las poblaciones de rinocerontes, especialmente al rinoceronte negro, que está catalogado como ‘En Peligro Crítico’. La demanda de cuernos en mercados ilegales, principalmente en Asia, ha llevado a la especie al borde de la extinción. La necesidad de una solución efectiva y tecnológicamente avanzada ha impulsado la investigación en aplicaciones nucleares no convencionales.
El mecanismo central del Proyecto Rhisotope implica la incorporación de niveles bajos de material radiactivo directamente en el cuerno del rinoceronte. La seguridad del procedimiento ha sido una prioridad, y se han realizado rigurosas pruebas para asegurar que no haya efectos adversos en los animales. En una fase piloto, se implantaron radioisótopos en los cuernos de veinte rinocerontes en la Reserva de la Biosfera Waterberg, y los resultados mostraron que no hubo daño celular en los animales, lo que confirma la inocuidad del tratamiento.
Los investigadores utilizaron una técnica conocida como dosimetría biológica para evaluar el impacto de la radiación en los rinocerontes. Este método implica el análisis de muestras de sangre para detectar la formación de micronúcleos en los glóbulos blancos, un indicador de daño celular. Los resultados fueron concluyentes: el proceso es seguro y eficaz para hacer que los cuernos sean detectables por los sistemas de seguridad nuclear.
### Eficacia en la Detección y Aplicaciones Futuras
Además de garantizar la seguridad de los rinocerontes, el Proyecto Rhisotope ha llevado a cabo pruebas exhaustivas para verificar la eficacia de la detección de los cuernos marcados. Se utilizaron cuernos de rinoceronte impresos en 3D, diseñados para replicar las propiedades de la queratina natural. Estos cuernos sintéticos, impregnados con niveles de radiactividad, fueron sometidos a simulaciones de tráfico ilegal, y los resultados mostraron que incluso niveles de radiactividad inferiores a los que se usarán en la práctica activaron con éxito las alarmas en los detectores de radiación.
Las pruebas confirmaron que los cuernos podrían ser detectados incluso en contenedores de envío, un escenario común en el contrabando internacional. Esta iniciativa ha sido reconocida como un ejemplo de cómo la tecnología nuclear puede aplicarse de manera pacífica e innovadora para abordar problemas globales urgentes. El Director General del OIEA ha destacado la importancia de este proyecto, subrayando cómo la infraestructura de seguridad nuclear existente puede ser utilizada para proteger a una de las especies más emblemáticas y amenazadas del mundo.
Con la fase piloto completada con éxito, el Proyecto Rhisotope ha iniciado su fase operativa plena, y ahora hace un llamado a propietarios de rinocerontes, organizaciones no gubernamentales y autoridades de conservación para que se unan a esta iniciativa. El objetivo es diseminar la ‘marca’ radiactiva en la mayor cantidad posible de cuernos, creando una red de detección que sea prácticamente infranqueable para los traficantes.
La esperanza de los investigadores es que la certeza de ser detectados en cualquier puesto fronterizo equipado con sensores de radiación actúe como un poderoso elemento disuasorio. Si los traficantes saben que los cuernos marcados son prácticamente imposibles de mover sin ser descubiertos, el valor económico del producto ilegal podría desplomarse, desincentivando la caza furtiva que ha llevado a estas especies icónicas al borde de la desaparición. La implementación a gran escala de esta tecnología representa un paso crucial en la lucha por la conservación de los rinocerontes y la protección de nuestro patrimonio natural.