El Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha emitido un auto que concluye que el incendio ocurrido en La Isleta, donde una menor resultó gravemente herida, tuvo un origen fortuito. Este suceso, que tuvo lugar el pasado 16 de julio, ha sido objeto de una exhaustiva investigación que ha cambiado el rumbo inicial del caso. El magistrado Tomás Martín ha decidido otorgar libertad provisional al investigado, quien había estado en prisión preventiva, descartando la posibilidad de un ataque doloso en este momento procesal.
### La Investigación y sus Revelaciones
El joven implicado en el incidente, que solía residir en la casa ocupada donde se produjo el incendio, enfrentaba inicialmente cargos por lesiones graves. Un informe médico inicial sugería que las quemaduras de la menor podrían haber sido causadas por un líquido inflamable vertido sobre su cuerpo. Sin embargo, a medida que avanzó la investigación, la situación dio un giro inesperado. La propia víctima, en su declaración ante la Policía, corroboró la versión del investigado, afirmando que el incendio fue accidental.
La reconstrucción del suceso realizada por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional también apoyó esta nueva narrativa, mostrando un escenario sin indicios de intencionalidad. Los informes médicos posteriores han matizado la hipótesis inicial, sugiriendo que la menor no fue rociada con un líquido inflamable, lo que refuerza la idea de que el incendio fue un accidente. La menor, atrapada en una habitación durante el fuego, fue auxiliada por el investigado, lo que añade un matiz de colaboración en lugar de culpabilidad.
El auto del juez menciona un video en el que se observa a la menor y al investigado abrazándose en la vía pública tras salir del inmueble, un gesto que el magistrado interpreta como un signo de cooperación en la evitación del peligro. Esta evidencia visual, junto con los informes de los Bomberos y de la Policía Científica, ha sido crucial para cambiar la dirección de la investigación.
### Medidas Cautelares y Futuras Implicaciones
A pesar de la conclusión de que el incendio fue accidental, el magistrado ha decidido mantener la investigación abierta para descartar cualquier posible imprudencia por parte del investigado. Aunque se ha determinado que no hay indicios de un ataque doloso, el juez ha subrayado la importancia de investigar si hubo alguna negligencia que pudiera haber contribuido al inicio del fuego.
El auto también establece medidas de control sobre el investigado, quien deberá comparecer semanalmente ante el juzgado y tiene prohibido salir de la isla, con las correspondientes notificaciones a las autoridades de puertos y aeropuertos. A pesar de su libertad provisional, el hombre sigue siendo considerado investigado mientras se determina si existió alguna imprudencia en su conducta.
La resolución del juez se basa en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que la prisión provisional solo es procedente cuando hay indicios racionales de criminalidad y se cumplen fines legítimos como evitar la fuga o la destrucción de pruebas. En este caso, el juez ha concluido que la hipótesis de un ataque doloso ha sido desvirtuada por las declaraciones de la víctima y los informes médicos y técnicos que han surgido durante la investigación.
Este caso ha puesto de relieve la complejidad de los incidentes relacionados con incendios y la importancia de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos. La decisión del juez de otorgar libertad provisional al investigado, a pesar de la gravedad del incidente, refleja un enfoque equilibrado que busca la justicia sin sacrificar los derechos del individuo involucrado. La comunidad de Las Palmas de Gran Canaria sigue atenta a los desarrollos de este caso, que ha captado la atención pública debido a su naturaleza trágica y las implicaciones legales que conlleva.