La reciente presentación de la campaña de la renta de 2023 ha puesto de manifiesto el legado político de Carlos Mazón, quien, tras su salida del Consell, deja tras de sí una serie de medidas fiscales que han generado un considerable debate en la sociedad valenciana. En particular, las políticas tributarias implementadas durante su mandato han sido objeto de críticas por su enfoque en las rentas más altas, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la equidad fiscal y la sostenibilidad de las finanzas públicas en la Comunitat Valenciana.
Uno de los aspectos más destacados de la gestión de Mazón ha sido la reducción de impuestos, especialmente en lo que respecta al Impuesto sobre el Patrimonio y el impuesto sobre sucesiones y donaciones. Según un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), se prevé que estas rebajas fiscales resulten en una disminución de la recaudación de 65 millones de euros en 2026. Esta cifra incluye una reducción de 35 millones en el Impuesto sobre el Patrimonio y 30 millones en el impuesto sobre sucesiones y donaciones, medidas que benefician principalmente a los patrimonios más elevados.
### Efectos de las Políticas Fiscales en la Recaudación
La AIReF ha señalado que la Comunitat Valenciana mantendrá las medidas permanentes de rebaja fiscal que fueron comunicadas en el informe del Plan Económico Financiero 25-26. Entre estas medidas se incluye una disminución en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que se espera que tenga un impacto negativo en la recaudación de 84 millones de euros solo en el próximo año. Además, la eliminación de la ecotasa, un impuesto sobre actividades que afectan al medio ambiente, también se traduce en una pérdida de ingresos de 10 millones de euros anuales durante los próximos dos años.
A pesar de estas reducciones, la AIReF estima que los ingresos de la comunidad aumentarán un 4% en 2026, gracias a un incremento del 9% en los recursos del sistema de financiación y un crecimiento del 6% en los impuestos relacionados con la vivienda, impulsado por la recuperación del mercado inmobiliario. Sin embargo, este aumento no compensa completamente las pérdidas derivadas de las rebajas fiscales, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de las finanzas públicas a largo plazo.
### La Herencia Política de Mazón y su Impacto en el Futuro
El legado de Mazón no solo se limita a las rebajas fiscales. Su administración ha estado marcada por una serie de decisiones que han generado un impacto significativo en la estructura fiscal de la Comunitat Valenciana. Uno de los cambios más relevantes ha sido el aumento del mínimo exento en el Impuesto sobre el Patrimonio, que pasó de 500.000 euros a un millón. Esta modificación, acordada en el pacto con Vox para los presupuestos, ha sido criticada por favorecer a los más ricos y por su potencial efecto en la equidad fiscal.
Según datos proporcionados por la Conselleria de Hacienda, se estima que alrededor de 27.711 valencianos se beneficiarán de esta medida, lo que representa una merma de 61 millones de euros al año para las arcas autonómicas. Este tipo de políticas ha generado un debate sobre la justicia de un sistema fiscal que parece favorecer a los más adinerados en detrimento de los ciudadanos de a pie.
Además, las rebajas fiscales aprobadas en la ley de acompañamiento a los presupuestos de 2025, respaldadas por Vox, se prevé que reduzcan la recaudación en 312 millones de euros durante los próximos dos años. Este contexto plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno autonómico para mantener los servicios públicos y financiar proyectos esenciales en un momento en que la demanda de estos servicios es más alta que nunca.
La situación actual en la Comunitat Valenciana refleja un dilema complejo: por un lado, la necesidad de estimular la economía y atraer inversiones a través de políticas fiscales más favorables; por otro, la responsabilidad de garantizar que estas políticas no perjudiquen a los ciudadanos más vulnerables ni comprometan la sostenibilidad de las finanzas públicas. La herencia de Mazón, por tanto, se convierte en un tema de debate crucial para el futuro de la región, donde la búsqueda de un equilibrio entre crecimiento económico y justicia social será fundamental en los próximos años.
