La reciente decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha generado un gran impacto en el ámbito político español. En su fallo, el tribunal determinó que España no violó los derechos políticos de los líderes independentistas Oriol Junqueras, Jordi Turull y Jordi Sánchez. Esta sentencia se produce tras la demanda presentada por estos políticos, quienes argumentaron que su detención preventiva les impidió participar en el proceso político catalán tras el referéndum de 2017.
La corte, en una resolución unánime, desestimó los argumentos de los demandantes, afirmando que no hubo violación de los derechos a la libertad de expresión ni de la libre elección. El tribunal concluyó que las decisiones judiciales en España no tenían como objetivo silenciar a los políticos, sino que estaban fundamentadas en la legalidad vigente. Este fallo se suma a un contexto donde la declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán en 2017 llevó a la destitución del gobierno regional y a la convocatoria de elecciones anticipadas, en las que los demandantes fueron elegidos a pesar de su encarcelamiento.
