La reciente marcha del ‘Regimiento Inmortal’ en Madrid ha suscitado un intenso debate sobre la propaganda y la lealtad al régimen de Vladímir Putin en el contexto de la guerra en Ucrania. Este evento, que tuvo lugar el 11 de mayo, coincide con la celebración del Día de la Victoria, una festividad que ha adquirido un nuevo significado en Rusia desde la anexión de Crimea y el inicio del conflicto con Occidente. A pesar de que la asistencia fue considerablemente menor de lo que los organizadores afirmaron, la marcha se convirtió en un símbolo de la polarización que enfrenta la comunidad rusa en España.
La prensa estatal rusa, como la agencia TASS, reportó que cerca de 3,000 personas participaron en el evento, lo que fue desmentido por fuentes independientes que indicaron que solo unos cientos se congregaron en el Paseo del Prado. Alekséi Nesterenko, presidente de Los Rusos Libres, una organización de ciudadanos rusos en España que se opone al Kremlin, criticó esta exageración como parte de la estrategia de propaganda del régimen ruso. Según Nesterenko, el objetivo de inflar las cifras es demostrar fuerza ante las autoridades de Moscú y asegurar recursos para futuros eventos.
### La Marcha y su Contexto
La marcha del ‘Regimiento Inmortal’ se caracteriza por la participación de rusos que portan retratos de sus antepasados caídos en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, este acto ha sido criticado por su uso propagandístico, ya que muchos de los participantes también exhibieron imágenes de figuras controvertidas como el dictador Stalin y el actual presidente ruso, Vladímir Putin. Durante el evento, se escucharon canciones de la guerra que fueron utilizadas con fines de exaltación y propaganda, lo que ha generado preocupación entre los opositores al régimen.
A pesar de que la marcha se desarrolló en un ambiente relativamente pacífico, hubo incidentes entre la policía española y algunos rusos que intentaban expresar su oposición a la guerra en Ucrania. La intervención de las fuerzas del orden se justificó como una medida para evitar conflictos con los organizadores del evento, quienes mostraban actitudes hostiles hacia los opositores. Este tipo de situaciones ha llevado a muchos a cuestionar la naturaleza del evento y su impacto en la comunidad rusa en España.
Victoria Samoilova, una de las organizadoras del acto, ha defendido la marcha como un momento crucial para mantener la lealtad de los rusos en el extranjero hacia el Kremlin. Sin embargo, la guerra ha dividido a la comunidad, generando tensiones entre aquellos que apoyan la invasión y quienes la rechazan. Sofia Ladaniuk, una exprofesora de la catedral ortodoxa rusa en Madrid, ha denunciado que en los canales de Telegram administrados por Samoilova se difunden noticias falsas y propaganda que busca desacreditar a los líderes occidentales.
### La Propaganda y sus Consecuencias
La propaganda rusa ha encontrado un terreno fértil en España, donde algunos opositores temen que se repitan las tácticas utilizadas por el Kremlin para movilizar a la población. Aunque no hay pruebas concretas de que se estén pagando a los participantes en las marchas del ‘Regimiento Inmortal’, sí se ha documentado que en otros eventos organizados por simpatizantes de Putin se han ofrecido incentivos económicos para atraer a manifestantes. Este patrón ha sido observado en eventos anteriores, como una exposición en Barcelona que ofrecía 30 euros a quienes asistieran.
Carmen Claudín, investigadora senior asociada del CIDOB, ha señalado que la guerra contra la Alemania nazi es uno de los pocos episodios históricos que cohesiona a los rusos, lo que ha permitido a Putin construir una narrativa de excepcionalismo y victimismo en torno al ‘Regimiento Inmortal’. Esta ideología ha sido utilizada para justificar la invasión de Ucrania y para mantener el apoyo interno al régimen, a pesar de las crecientes críticas internacionales.
La situación en España refleja una tendencia más amplia en la que muchos países han comenzado a limitar o prohibir actos que glorifican el régimen de Putin. En naciones como Ucrania y los países bálticos, las celebraciones del Día de la Victoria han sido completamente prohibidas debido a su carácter militarista y propagandístico. En Alemania, por ejemplo, se han establecido restricciones sobre la exhibición de símbolos rusos en los monumentos de la era soviética.
A medida que la comunidad internacional continúa enfrentándose a la influencia del Kremlin, la situación en España se convierte en un microcosmos de las tensiones globales. La marcha del ‘Regimiento Inmortal’ no solo es un evento conmemorativo, sino también un reflejo de las divisiones internas y de la lucha por la narrativa en un contexto de conflicto geopolítico. La respuesta de las autoridades españolas y la comunidad internacional será crucial para determinar cómo se desarrollará esta dinámica en el futuro.