La explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños es un problema que persiste en muchas sociedades, y la Comunitat Valenciana no es la excepción. En este contexto, el Programa Alba se ha convertido en un recurso vital para aquellas mujeres que se encuentran atrapadas en un ciclo de violencia y prostitución. Desde su creación en 2021, este programa ha crecido exponencialmente, ofreciendo atención y apoyo a un número cada vez mayor de víctimas. En 2023, el programa atendió a 2.487 mujeres, y en 2024, esa cifra se disparó a 4.407. En el primer trimestre de 2025, ya se habían superado las 4.455 atenciones, lo que refleja la creciente necesidad de estos servicios en la región.
El Programa Alba se distingue por su enfoque personalizado y su compromiso de ayudar a las mujeres a salir de la prostitución. Según Felipe del Baño, comisionado para la Lucha contra la Violencia sobre la Mujer, este programa es único en España porque utiliza fondos públicos para rescatar a mujeres de la calle y ofrecerles alternativas viables. En un esfuerzo por mejorar los recursos disponibles, el Consell ha incrementado la financiación en un 36%, alcanzando un total de 3,6 millones de euros. Esto ha permitido la ampliación de las plantillas en los tres centros que operan en Castelló, València y Alicante, lo que a su vez ha facilitado un mayor alcance y efectividad en la atención a las víctimas.
### Desafíos en la Atención a Mujeres Invisibles
Uno de los mayores retos que enfrenta el Programa Alba es la dificultad de acceder a mujeres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema. Muchas de ellas desconfían de las autoridades y de los servicios sociales, lo que complica la posibilidad de ofrecerles ayuda. La mayoría de las mujeres atendidas tienen entre 31 y 40 años, y un alto porcentaje proviene de países como Colombia, Rumanía y Brasil. Un dato alarmante es que el 60% de estas mujeres se encuentran en situación administrativa irregular, lo que limita aún más sus opciones de empleo y protección.
El Programa Alba trabaja arduamente para establecer un vínculo de confianza con estas mujeres. Las trabajadoras del programa realizan visitas a los lugares donde se ejerce la prostitución, ya sea en clubes, pisos o en la calle. Este enfoque directo es fundamental, ya que muchas de las mujeres no se atreverían a buscar ayuda por sí mismas. Durante estas visitas, el equipo del programa se esfuerza por crear un ambiente seguro donde las mujeres puedan hablar sobre sus experiencias y recibir el apoyo que necesitan. A pesar de las dificultades, el número de visitas ha aumentado en un 44% en los últimos dos años, lo que indica un esfuerzo constante por parte del equipo para llegar a aquellas que más lo necesitan.
### La Importancia de la Denuncia
Uno de los aspectos más críticos del trabajo del Programa Alba es la promoción de la denuncia de situaciones de explotación. A menudo, las mujeres que han sido víctimas de trata y explotación sexual tardan años en dar el paso de denunciar a sus agresores. Según el programa, hay casos en los que las mujeres pueden tardar hasta diez años en sentirse lo suficientemente seguras como para presentar una denuncia. Sin embargo, este paso es crucial para su proceso de recuperación y para romper el ciclo de violencia.
El Programa Alba no solo se centra en la atención inmediata, sino que también ofrece un plan de acción a largo plazo para cada mujer. Esto incluye apoyo legal, psicológico y social, adaptado a las necesidades individuales de cada una. La meta es que, a través de la denuncia, las mujeres puedan acceder a un sistema de protección que les permita reconstruir sus vidas lejos de la explotación.
La labor del Programa Alba es un ejemplo de cómo la intervención social puede marcar una diferencia significativa en la vida de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad. A través de un enfoque integral que combina atención personalizada, apoyo legal y un esfuerzo constante por ganar la confianza de las víctimas, este programa se ha convertido en un modelo a seguir en la lucha contra la explotación sexual en España. La creciente cifra de mujeres atendidas es un testimonio del impacto positivo que puede tener un programa bien estructurado y financiado en la vida de quienes más lo necesitan.