En la actualidad, el mercado inmobiliario de València enfrenta una situación compleja, marcada por un notable sobreprecio en las viviendas que se ofrecen a la venta. Según datos del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia, muchos de los pisos en el área presentan un sobreprecio de hasta el 20%. Esta tendencia ha llevado a que las inmobiliarias reconozcan que algunas propiedades están «pasadísimas de precio», lo que ha resultado en que muchas de ellas permanezcan en el mercado durante meses antes de ser vendidas, a menudo tras una significativa rebaja.
Desde el verano, se ha observado un enfriamiento en el mercado inmobiliario, con viviendas valoradas en 200.000 euros que no logran venderse incluso después de cinco años de estar en el mercado. La tasadora UVE Valoraciones ha realizado un análisis exhaustivo de la evolución de los precios de la vivienda en España entre 2021 y el segundo trimestre de 2025. Este estudio revela una discrepancia alarmante entre los precios de oferta publicados en portales inmobiliarios y los precios finalmente firmados ante notario, lo que complica la identificación de una posible burbuja inmobiliaria.
### Discrepancias en los Precios de Oferta y Venta
El análisis de UVE indica que los precios publicados en portales como Fotocasa e Idealista pueden ser hasta un 44% más altos que los valores medios que se registran en las notarías. Aunque en València la diferencia no es tan pronunciada, Vicente Díez, portavoz del API de Valencia, ha señalado que aproximadamente el 75% de los inmuebles en venta están sobrevalorados, con precios iniciales que superan entre un 15% y un 20% el precio final de venta.
Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), también ha corroborado esta tendencia, afirmando que muchas propiedades se ofrecen a precios muy por encima del valor de mercado. Según García, los pisos que se encuentran a un precio justo suelen venderse en un plazo de una semana a quince días, lo que contrasta con la situación actual donde los precios inflados están llevando a una mayor permanencia de las propiedades en el mercado.
El informe de UVE destaca que la diferencia entre los precios anunciados y los precios reales ha aumentado drásticamente, pasando de un 8% en 2021 a más del 32% en 2025. Esta distorsión se atribuye a la metodología de ponderación utilizada por los portales inmobiliarios, que no refleja adecuadamente la realidad del mercado.
### Vigilancia ante la Posible Creación de Burbuja
A pesar de las alarmantes cifras, el informe concluye que, a nivel nacional, no se ha detectado una burbuja inmobiliaria generalizada ni burbujas locales. Sin embargo, las divergencias en los índices de precios y la aceleración actual requieren vigilancia, ya que podrían ser indicativos de un inicio en el proceso de creación de burbujas, al menos a nivel local. Las diferencias en la metodología de elaboración de los índices, que incluyen ponderación geográfica y fuentes de datos, son factores que deben considerarse antes de llegar a conclusiones precipitadas.
El presidente de UVE Valoraciones, Germán Pérez Barrio, ha enfatizado que aunque los precios de la vivienda están en aumento, esta subida no es tan intensa como se percibe en el mercado. La discrepancia se debe a la metodología de medición y a la situación real de los compradores. Los datos sugieren que los índices basados en ofertas están creciendo más rápidamente que aquellos basados en compraventas efectivas, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas sobre la salud del mercado.
### Cambios en la Demanda y Normalización del Mercado
Las inmobiliarias han comenzado a notar un cambio de tendencia en el mercado de València y su área metropolitana. Según el portavoz del API, la voracidad compradora que caracterizaba el mercado hace unos meses ha disminuido. Los inversores están retirándose, especialmente en el segmento de propiedades que superan los 200.000 euros, ya que los números no les resultan favorables.
A pesar del enfriamiento del mercado, el Colegio de API no anticipa una reducción significativa en los precios, dado que la oferta sigue siendo limitada. Vicente Díez ha subrayado que la situación actual no se asemeja a la de 2008, cuando había una abundante oferta de viviendas.
Los compradores en València están buscando propiedades en el rango de 200.000 a 250.000 euros, y la ansiedad por adquirir viviendas a precios inflados ha disminuido. Esto se traduce en un aumento en las bajadas de precios en los anuncios de los portales inmobiliarios, lo que indica que el mercado está comenzando a normalizarse. La percepción de que las viviendas «ya no vuelan» en cuestión de horas está cambiando la dinámica de compra, permitiendo a los compradores tomar decisiones más informadas y menos apresuradas.
