La tragedia de la dana ha dejado una huella imborrable en la sociedad y en la política de la Comunitat Valenciana. Un año después de los devastadores eventos, los protagonistas de esta historia, como Salomé Pradas y Emilio Argüeso, han tomado caminos diferentes en sus vidas profesionales. Pradas, quien fue consellera, ha regresado a su carrera como abogada y profesora en la Universitat Jaume I, donde se ocupa de asuntos civiles y mercantiles. Su retorno a la academia ha sido bien recibido, aunque su futuro político parece incierto debido a las repercusiones de la crisis.
Por otro lado, Emilio Argüeso, exsecretario autonómico y mano derecha de Pradas, ha vuelto a su puesto como comisario de la Policía Local en Marchena, Murcia. A pesar de la controversia que rodea su imputación, la Fiscalía ha recomendado archivar la causa en su contra, lo que podría ofrecerle un respiro en su carrera. Ambos casos reflejan cómo la política y la vida personal se entrelazan en momentos de crisis, dejando a los involucrados en una búsqueda de redención y estabilidad.