El escenario político en España se complica a medida que el Gobierno busca el apoyo de Junts para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2026. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha reiterado la necesidad de contar con el respaldo de los soberanistas catalanes, a pesar de los recientes reveses en la cesión de competencias migratorias a Cataluña. Durante la sesión de control al Gobierno, Montero enfatizó que Junts tiene el poder de cambiar la dirección de la legislatura, instándoles a contribuir en la formulación de las cuentas públicas.
Por su parte, el diputado de Junts, Josep María Cruset, no dudó en criticar al Gobierno por la falta de presentación de los Presupuestos, advirtiendo que sin un compromiso claro hacia Cataluña, el apoyo a las cuentas es poco probable. Esta situación refleja la tensión existente entre el Gobierno central y las demandas de las comunidades autónomas, especialmente en un contexto donde la política económica se entrelaza con las aspiraciones regionales. La presión sobre el Ejecutivo aumenta, y el tiempo corre en su contra para lograr un consenso que permita la aprobación de los presupuestos.