La reciente situación política en España ha llevado al presidente Pedro Sánchez a enfrentar un nuevo desafío con el partido Junts. En un contexto de creciente tensión, Junts ha manifestado su intención de cambiar de estrategia, lo que podría resultar en una ruptura de la alianza que ha sostenido al Gobierno desde su investidura. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, ha advertido sobre la necesidad de abordar temas cruciales en lugar de centrarse en cuestiones menores, como los cambios de horario. Esto refleja un cambio en la dinámica política, donde los independentistas buscan reafirmar su posición ante un Gobierno que, según ellos, ha incumplido acuerdos previos.
A medida que se aproxima una cumbre clave en Perpiñán, donde Carles Puigdemont y su ejecutiva decidirán el futuro de su relación con el Gobierno, la incertidumbre aumenta. El Ejecutivo se prepara para un posible divorcio, aunque confía en que la presión de los alcaldes de Junts, preocupados por el ascenso de la ultraderecha, podría moderar su postura. La situación se complica aún más con la posibilidad de una moción de censura, que, aunque no es inminente, se discute como una herramienta para forzar un adelanto electoral. En este contexto, el Gobierno intenta mantener la calma, mientras que Junts busca conectar con las preocupaciones de sus bases, especialmente en temas de seguridad y vivienda.
