La situación climática en España ha alcanzado niveles críticos, lo que ha llevado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a convocar a un pacto de Estado para abordar la emergencia climática. A pesar de la urgencia del tema, las adhesiones políticas han sido escasas, especialmente tras el rechazo del Partido Popular y las formaciones nacionalistas, que temen una posible «recentralización» de competencias en la gestión de incendios y fenómenos climáticos extremos como las danas. Esta falta de apoyo político ha llevado a Sánchez a buscar alternativas en la sociedad civil y entre los agentes sociales, con el objetivo de construir un consenso amplio que permita avanzar en la lucha contra el cambio climático.
Durante un reciente evento centrado en la industria verde, Sánchez hizo un llamado a las empresas energéticas para que se unan a este esfuerzo, instándolas a mostrar «valentía» y a contribuir a la creación de un gran consenso nacional. Agradeció el compromiso de estas empresas con la sostenibilidad y la transición ecológica, pero enfatizó que es necesario ir más allá y participar activamente en la construcción de este pacto. «Nos va la vida en ello», afirmó, subrayando la gravedad de la situación actual.
El presidente también destacó la importancia de no ideologizar la emergencia climática, señalando que es un problema que trasciende las luchas políticas y que requiere una respuesta unificada. Hizo hincapié en que el cambio climático es una amenaza innegable, respaldada por expertos y científicos, y que las acciones necesarias deben ser de largo plazo, más allá de los ciclos electorales. En este sentido, recordó que el cambio climático ya está causando estragos, como lo evidencian los más de 330,000 hectáreas quemadas en incendios durante el último verano, una superficie comparable a la de Malta y Luxemburgo.
**Urgencia en la Coordinación con Comunidades Autónomas**
El Gobierno ha establecido un plazo para cerrar este pacto de Estado antes de finalizar el año, con la convicción de que la prevención es clave para mitigar los efectos del cambio climático. Se ha enfatizado que los incendios deben ser abordados en invierno, y que la creciente temperatura en la cuenca mediterránea requiere una preparación adecuada para enfrentar fenómenos climáticos extremos como las danas. Para ello, se busca una colaboración estrecha con las comunidades autónomas, que son fundamentales en la implementación de políticas efectivas.
Uno de los puntos centrales de la propuesta de pacto es la creación de una agencia estatal de Protección Civil, que se encargue de mejorar la coordinación y la toma de decisiones compartidas entre diferentes niveles de gobierno. Esta agencia sería crucial para garantizar una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de emergencia, así como para implementar políticas de prevención a largo plazo.
Desde que se planteó la idea de un pacto de Estado, Sánchez ha insistido en la necesidad de dejar de lado las disputas partidistas, haciendo un llamado a todos los actores políticos y sociales para que se unan en torno a un objetivo común. Este enfoque busca replicar los grandes acuerdos alcanzados en el pasado, como la lucha contra el terrorismo o la violencia de género, pero aplicados a la emergencia climática.
**Desafíos en la Relación con el Sector Energético**
La relación entre el Gobierno y las grandes empresas energéticas ha sido tensa, especialmente tras la implementación de un impuesto temporal sobre las ventas de las compañías que facturan más de 1,000 millones de euros anuales. Este impuesto, que se aplicó durante dos años, generó un fuerte rechazo por parte de las empresas, que argumentaron que era desproporcionado e ilegal. La recaudación durante este período superó los 2,400 millones de euros, pero las grandes energéticas amenazaron con paralizar inversiones millonarias si el Gobierno decidía extender el gravamen.
A pesar de las tensiones, el fin del impuesto ha llevado a algunas empresas a reactivar sus inversiones en proyectos de energía verde, lo que podría ser un paso positivo hacia la colaboración en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la falta de un consenso político sólido sigue siendo un obstáculo significativo para avanzar en este ámbito.
El Gobierno, consciente de la importancia de la colaboración entre el sector público y privado, busca establecer un marco que permita a las empresas energéticas participar activamente en la transición hacia un modelo más sostenible. La urgencia de la situación climática y la necesidad de una respuesta coordinada son más evidentes que nunca, y el éxito de este pacto de Estado dependerá de la capacidad de todos los actores involucrados para dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos por un futuro más sostenible.