La reciente dimisión de Carlos Mazón ha marcado un punto de inflexión en la política valenciana. El Consell, que se encuentra en un periodo de incertidumbre, busca aprovechar esta oportunidad para mejorar sus relaciones tanto con el Gobierno central como con las víctimas de la dana, un tema que ha generado gran controversia y descontento en la comunidad. La situación actual del gobierno valenciano es compleja, ya que la posibilidad de disolverse en un futuro cercano depende de la capacidad de PP y Vox para llegar a un acuerdo sobre un nuevo liderazgo.
### Un Nuevo Comienzo para el Consell
La renuncia de Mazón, aunque aún no oficial en términos de su salida del cargo, ha permitido que el Consell comience a trazar un nuevo camino. Vicente Martínez Mus, quien ha sido nombrado vicepresidente segundo, se ha convertido en una figura clave en esta transición. Su papel en la recuperación de infraestructuras tras la dana le ha otorgado visibilidad y credibilidad, lo que podría ser fundamental para restablecer la confianza entre el gobierno y la ciudadanía.
Martínez Mus ha comenzado a implementar una estrategia que busca cerrar la brecha entre el Consell y el Gobierno central. En su primera acción como nuevo vicepresidente, envió una carta a la comisionada del Gobierno para la reconstrucción, Zulima Pérez, solicitando una reunión para discutir las tareas de recuperación en curso. Este acercamiento es crucial, ya que la Generalitat ha estado pidiendo la creación de una comisión mixta para abordar las obras pendientes y mejorar la coordinación entre ambas administraciones.
La voluntad de Martínez Mus de reforzar los canales de comunicación es un paso positivo en un momento en que las relaciones entre el Consell y el Gobierno central han estado marcadas por la tensión. La falta de diálogo ha sido un obstáculo significativo en la recuperación tras la dana, y el nuevo vicepresidente parece decidido a cambiar esta dinámica.
### Enfoque en las Víctimas de la Dana
Uno de los desafíos más significativos que enfrenta el nuevo liderazgo es el acercamiento a las víctimas de la dana. Durante la gestión de Mazón, las relaciones con estos grupos se deterioraron, especialmente tras la tragedia del 29 de octubre. La frustración y el dolor de las familias afectadas se hicieron evidentes en el funeral de Estado, donde se expresaron gritos de protesta contra el entonces presidente. Esta situación ha llevado a Martínez Mus a adoptar un enfoque más sensible y proactivo.
El nuevo vicepresidente ha manifestado su disposición a establecer un contacto directo con las asociaciones de víctimas, algo que Mazón intentó sin éxito. La llegada de Mus, quien no está tan estrechamente vinculado a la gestión de la dana, podría facilitar un diálogo más constructivo. Sin embargo, su equipo es consciente de que el momento no es el más propicio para iniciar estas conversaciones, dado el reciente revivir del trauma por parte de las víctimas en el Congreso.
Martínez Mus ha señalado que cualquier acercamiento se llevará a cabo con calma y respeto, reconociendo la complejidad emocional de la situación. A pesar de que no se esperan movimientos inmediatos, se ha indicado que en los próximos días podrían comenzar a gestarse las primeras reuniones con las víctimas, con el objetivo de construir un puente de confianza que permita avanzar en la recuperación y en el apoyo a quienes más lo necesitan.
La situación actual del Consell es un reflejo de la necesidad de un cambio en la política valenciana. La dimisión de Mazón, aunque dolorosa para algunos, puede ser vista como una oportunidad para revitalizar el gobierno y restablecer la confianza de la ciudadanía. Con un nuevo liderazgo que busca mejorar las relaciones con el Gobierno central y con las víctimas de la dana, el Consell tiene la posibilidad de iniciar un nuevo capítulo en su historia, uno que priorice la colaboración y la empatía sobre la confrontación y la desconfianza.
