En la madrugada del 10 de junio de 2025, el buque velero Madleen, parte de la Flotilla de la Libertad, fue asaltado por soldados israelíes en aguas internacionales, a unas 120 millas náuticas de la costa de Rafah, en Gaza. A bordo del barco se encontraban 12 tripulantes, entre ellos la activista Greta Thunberg y la eurodiputada francesa Rima Hassan. El asalto comenzó con un dron que sobrevolaba el barco, emitiendo una cuenta atrás a través de un megáfono, seguido de órdenes de rendición. La tripulación, compuesta por activistas y voluntarios, llevaba consigo una carga simbólica de alimentos destinada a Gaza, en un intento de llamar la atención sobre la crisis humanitaria que enfrenta la región debido al bloqueo israelí.
El hecho de que el asalto se haya producido a una distancia considerable de la costa plantea interrogantes sobre la legalidad de la acción de Israel. Según el almirante general retirado Ángel Liberal, el asalto en alta mar podría ser difícil de justificar legalmente, ya que las leyes internacionales permiten tales acciones principalmente en casos de tráfico de drogas, personas o piratería. Las disputas marítimas pueden ser llevadas ante el Tribunal Internacional de La Haya o el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, aunque esto depende de la voluntad de los países involucrados de aceptar la jurisdicción de estos tribunales.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional ha calificado el asalto como ilegal, argumentando que la operación en aguas internacionales pone en riesgo a los activistas desarmados que se encontraban en el barco. La secretaria general de AI, Agnès Callamard, subrayó que la misión humanitaria de la tripulación no debería ser objeto de ataques. Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Israel defiende su acción, afirmando que cualquier intento de ingresar a Gaza por mar es ilegal y que el bloqueo naval que impone es conforme a la legislación internacional.
La bandera del Reino Unido que porta el Madleen añade otra capa de complejidad al asunto, ya que el gobierno británico tiene la responsabilidad de proteger el barco y su tripulación. Francesca Albanese, relatora de Derechos Humanos de la ONU para Palestina, ha instado al Reino Unido a actuar de inmediato para asegurar la liberación del buque y sus ocupantes, resaltando la responsabilidad del gobierno británico en este contexto.
### La Legalidad del Bloqueo Naval
El bloqueo de Gaza, impuesto por Israel desde 2007 tras la toma de poder de Hamás, ha sido objeto de controversia y debate legal. Israel justifica el bloqueo como una medida de seguridad necesaria para prevenir el contrabando de armas hacia Gaza. Sin embargo, críticos del bloqueo argumentan que constituye un castigo colectivo a la población civil, lo que es contrario al derecho internacional y al Cuarto Convenio de Ginebra, que protege a los civiles en tiempos de guerra.
Desde el inicio del bloqueo, Israel ha controlado estrictamente la entrada de productos y personas a Gaza, lo que ha llevado a una crisis humanitaria en la región. Naciones Unidas ha advertido sobre el riesgo de desnutrición y hambruna, especialmente entre los niños, y ha instado a Israel a permitir la entrada de ayuda humanitaria. A pesar de estas advertencias, el bloqueo se ha mantenido, y las condiciones de vida en Gaza han continuado deteriorándose.
La legalidad del bloqueo ha sido respaldada por algunos informes de la ONU, que han considerado que se ajusta a derecho en el contexto de la seguridad nacional de Israel. Sin embargo, este argumento es disputado por muchos expertos en derecho internacional, quienes sostienen que el bloqueo no cumple con los criterios necesarios para ser considerado legal, ya que no permite el paso adecuado de ayuda humanitaria y afecta desproporcionadamente a la población civil.
El asalto al Madleen y el contexto del bloqueo de Gaza subrayan la complejidad de la situación en la región y las tensiones que persisten entre Israel y los grupos palestinos. La comunidad internacional observa con atención, y el futuro de la Flotilla de la Libertad y sus tripulantes se encuentra en un limbo legal y humanitario, mientras las discusiones sobre la legalidad de las acciones de Israel continúan en los foros internacionales.