En un contexto donde las ciudades mediterráneas enfrentan retos significativos, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha destacado la importancia de garantizar el derecho de los ciudadanos a permanecer en sus ciudades. Durante el II Foro Económico y Social del Mediterráneo, Collboni compartió la mesa con otros alcaldes de ciudades clave como Málaga, Valencia, Cartagena y Palma, donde se discutieron las problemáticas que afectan a la región. La frase «Si los alcaldes y alcaldesas gobernáramos el mundo, todo iría mejor» refleja la conexión que estos líderes tienen con las necesidades diarias de sus ciudadanos.
### Creación de Oportunidades y Habitabilidad
Collboni enfatizó que el principal reto para Barcelona y otras ciudades del arco mediterráneo es asegurar que aquellos que desean vivir y trabajar en la ciudad puedan hacerlo. Este objetivo, aunque parece obvio, se complica en un panorama donde la crisis de vivienda y el aumento de precios son evidentes. Para abordar esta situación, el alcalde propuso tres ejes fundamentales: la creación de oportunidades, la mejora de la habitabilidad urbana y la atención a la crisis de vivienda.
La creación de oportunidades implica no solo atraer a nuevos trabajadores, sino también retener a los profesionales locales. Esto es crucial para el desarrollo económico de la ciudad y para mantener su dinamismo. En este sentido, se busca fomentar un entorno que incentive a los jóvenes y a los profesionales a establecerse en Barcelona, contribuyendo así a su crecimiento y sostenibilidad.
Por otro lado, Collboni subrayó la necesidad de hacer de las ciudades lugares más habitables. Esto incluye mejorar la calidad del espacio público, implementar un urbanismo que priorice el bienestar de los ciudadanos y ofrecer servicios públicos de calidad. En un contexto de crisis climática, es esencial que las ciudades se adapten y encuentren soluciones innovadoras que hagan la vida más cómoda y sostenible para sus habitantes.
### La Crisis de la Vivienda y el Turismo
Uno de los puntos más críticos que abordó Collboni fue la crisis de la vivienda. El alcalde describió la situación actual como un «fallo del mercado» que no logra proporcionar un bien básico como es la vivienda. Para contrarrestar esto, Barcelona ha implementado medidas como un tope al alquiler en zonas tensionadas, que ha resultado en una disminución del 8% en los precios de alquiler en el último año. Además, se ha decidido no renovar ninguna licencia de piso turístico a partir de 2028, una medida que busca regular el mercado y proteger el acceso a la vivienda para los residentes.
La reciente reunión con Airbnb, que Collboni calificó de «tensa», pone de manifiesto la lucha entre las ciudades y las plataformas de alquiler turístico. El alcalde defendió el derecho de las ciudades a decidir su modelo económico y urbano, afirmando que las decisiones sobre el futuro de las ciudades no deben ser dictadas por plataformas digitales. Esta postura refleja una creciente preocupación por el impacto del turismo masificado en la calidad de vida de los residentes y en la sostenibilidad de las ciudades.
El turismo, cuando se gestiona adecuadamente, puede ser una fuente de ingresos y un motor de desarrollo. Sin embargo, el turismo masificado puede tener efectos negativos tanto para las ciudades como para los propios turistas. Collboni aboga por un enfoque equilibrado que reconozca la capacidad de carga de la ciudad y que implemente medidas como tasas turísticas que contribuyan a los ingresos municipales, permitiendo así una mejor gestión de los recursos.
En resumen, el alcalde de Barcelona ha planteado un enfoque integral para abordar los desafíos que enfrenta la ciudad, centrándose en la creación de oportunidades, la mejora de la habitabilidad y la regulación del mercado de la vivienda. Estas medidas son esenciales para garantizar que Barcelona siga siendo un lugar donde sus ciudadanos puedan vivir y prosperar, en un contexto donde las ciudades mediterráneas deben adaptarse a las nuevas realidades económicas y sociales. La visión de Collboni resuena con la necesidad de un liderazgo urbano que priorice el bienestar de sus habitantes y la sostenibilidad de sus entornos.