La gestión de emergencias en situaciones críticas es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en regiones propensas a desastres naturales. Un claro ejemplo de esto se vivió el 29 de octubre, cuando una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) afectó gravemente a la Comunidad Valenciana. En una reciente declaración, el jefe de climatología de la Aemet, José Ángel Núñez Mora, expuso las deficiencias en la coordinación y liderazgo durante la crisis, lo que ha generado un intenso debate sobre la eficacia de los protocolos de emergencia establecidos.
La falta de liderazgo es un tema recurrente en la gestión de crisis. Según Núñez Mora, la tardanza en la redacción de un mensaje de alerta y la confusión en la toma de decisiones durante el Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) del 29 de octubre evidencian una carencia de dirección clara. «Tardar una hora para redactar un mensaje tan grave sobre una cosa que no es tan invasiva, y que se creara tanto debate, define la falta de liderazgo», afirmó el experto. Esta situación se agrava cuando se considera que la Aemet había emitido alertas tempranas sobre la tormenta, lo que debería haber facilitado una respuesta más ágil y efectiva.
La reunión del Cecopi, convocada a las 17 horas del 29 de octubre, se convirtió en un espacio de discusión más que de acción. Núñez Mora destacó que en otras ocasiones, cuando ha asistido a reuniones similares, ha notado una diferencia significativa en la dinámica de trabajo cuando hay un liderazgo claro. «En marzo, por ejemplo, había mucho más orden, estaba todo más organizado», comentó, subrayando la importancia de una dirección firme en momentos de crisis.
### La Logística de la Emergencia: Abastecimiento y Movilidad
Uno de los aspectos más críticos abordados durante el Cecopi fue la logística para atender a los miles de afectados por la DANA. En una reunión posterior, el 31 de octubre, se discutió la necesidad urgente de abastecimiento de víveres en varias comarcas de la provincia de Valencia. «Se convocó un Cecopi monográfico sobre la movilidad y abastecimiento porque ese día estaban sin nada, sin víveres», relató Núñez Mora. La situación se tornó alarmante, ya que muchas personas llevaban 48 horas sin acceso a alimentos y agua.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, enfatizó la necesidad de facilitar la llegada de víveres a las zonas afectadas. Sin embargo, la indecisión sobre cómo proceder generó más confusión. «Alguien dijo: ‘No nos ponemos de acuerdo, pasamos a otro punto'», recordó Núñez Mora, lo que refleja una falta de compromiso para resolver problemas críticos en tiempo real. Esta falta de acción puede tener consecuencias devastadoras en situaciones de emergencia, donde cada minuto cuenta.
Además, se planteó la posibilidad de utilizar salvoconductos para permitir que los supermercados pudieran abastecer a las comunidades afectadas. Sin embargo, la falta de consenso sobre cómo implementar estas medidas llevó a que se pasara a otros temas sin haber resuelto la crisis de abastecimiento. «Un líder no puede permitir que ciudadanos suyos no tengan agua y no decir ‘de aquí no nos movemos hasta que no tengan agua'», subrayó Núñez Mora, poniendo de manifiesto la responsabilidad que recae sobre los líderes en momentos de crisis.
### La Indecisión en la Gestión de Recursos
Otro punto crítico en la gestión de la emergencia fue la indecisión sobre el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Según el relato de Núñez Mora, la llegada del presidente del Gobierno trajo la promesa de apoyo militar, pero la falta de un plan claro para alojar y coordinar a los 4,000 soldados complicó la situación. «No había personas de mando, no había cuadro de mando», afirmó, lo que indica una falta de preparación y organización en la respuesta a la emergencia.
La gestión de emergencias requiere no solo de una planificación previa, sino también de la capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes. La experiencia del 29 de octubre pone de relieve la necesidad de revisar y mejorar los protocolos de emergencia, así como de fortalecer la comunicación y la coordinación entre las diferentes entidades involucradas.
La crisis provocada por la DANA del 29 de octubre es un recordatorio de que la preparación y la respuesta ante desastres naturales son fundamentales para minimizar el impacto en la población. La falta de liderazgo y la indecisión en la toma de decisiones pueden tener consecuencias fatales, y es esencial que se tomen medidas para garantizar que, en el futuro, se actúe con rapidez y eficacia ante situaciones de emergencia.