La situación del mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana se encuentra en un punto crítico, marcado por la escasez de terrenos disponibles para la construcción de viviendas. Sareb, conocido como el ‘banco malo’, tiene en su poder una bolsa de suelo finalista que podría permitir la construcción inmediata de más de 20.000 viviendas. Sin embargo, a pesar de contar con 2.407 solares, muchos de ellos no han llegado al mercado, lo que ha generado una creciente preocupación entre los promotores y el sector inmobiliario en general.
La falta de terrenos adecuados es una de las principales quejas de los promotores, quienes argumentan que la mayoría de los suelos disponibles se encuentran en ubicaciones poco demandadas o carecen de la infraestructura necesaria para atraer a los compradores. Un estudio reciente realizado por el centro de investigaciones económicas Funcas ha puesto de manifiesto las dificultades que ha enfrentado Sareb desde su creación hace más de una década. A finales de noviembre de 2024, Sareb contaba con 986 suelos en Valencia, 1.064 en Castellón y 507 en Alicante, todos ellos preparados para la construcción de viviendas. Sin embargo, la mayoría de estos terrenos no han sido comercializados, lo que ha llevado a una situación de estancamiento en el mercado.
### La Estrategia de Sareb y sus Consecuencias
Sareb fue creada con el objetivo de limpiar los balances de los bancos de activos tóxicos adquiridos durante la burbuja inmobiliaria. La entidad se encargó de comprar promociones y suelos a precios razonables, con la intención de devolverlos al mercado a largo plazo. Sin embargo, a medida que se acerca el final de su plazo de vida en 2027, se ha observado que, aunque muchas viviendas han sido vendidas, un gran número de suelos sigue en manos de Sareb.
El análisis de Funcas destaca que, a pesar de la disponibilidad de suelos, los promotores enfrentan un triple problema. En primer lugar, muchos de los terrenos están ubicados en áreas sin demanda, como en pueblos del interior o en zonas de playa que no cuentan con la infraestructura necesaria. En segundo lugar, Sareb impulsó su propia promotora, Arqura Homes, que no ha logrado funcionar de manera efectiva. Por último, la entidad ha reservado los mejores solares para transferirlos a Sepes, la entidad pública de suelo y vivienda, lo que limita aún más las opciones disponibles para los promotores privados.
La reciente decisión de Sareb de paralizar la venta de activos residenciales para negociar el traspaso de suelos a Sepes ha generado un debate sobre la efectividad de esta estrategia. Sepes recibirá un total de 40.000 viviendas terminadas y 2.400 suelos con capacidad para construir otras 55.000, todos ellos valorados en 5.900 millones de euros. Esta medida busca colaborar en la creación de un parque estatal de vivienda de alquiler social o asequible, pero también plantea interrogantes sobre el futuro de la vivienda en la Comunitat Valenciana.
### Aumento de Precios y la Gama Alta
La situación del mercado inmobiliario se complica aún más con el aumento de los precios de la vivienda nueva. En junio de 2025, el precio medio de la vivienda nueva en la Comunitat Valenciana alcanzó los 2.165 euros por metro cuadrado, una cifra que no se había visto desde diciembre de 2008. Este incremento del 4% en seis meses y del 7,4% en un año refleja un dinamismo notable en el mercado, pero también plantea desafíos para la accesibilidad de la vivienda.
València se destaca como la capital donde más ha crecido el precio de la vivienda nueva, con un aumento del 7,9%, superando la media nacional. Alicante y Castellón también han experimentado incrementos significativos, lo que indica una tendencia generalizada en la región. Sin embargo, esta escalada de precios ha llevado a que los promotores orienten sus proyectos hacia la gama alta, dejando de lado las necesidades de la demanda potencial media.
El delegado general de Valencia de Sociedad de Tasación, Alberto de Jorge, ha señalado que el mercado de vivienda nueva en la Comunitat Valenciana continúa mostrando un notable dinamismo. Sin embargo, este crecimiento en los precios también ha generado preocupación entre los potenciales compradores, quienes enfrentan dificultades para acceder a viviendas asequibles. La regulación y supervisión estricta de los bancos tras la crisis bancaria han llevado a una mayor cautela en la financiación de proyectos, lo que ha contribuido a la escasez de nuevas construcciones.
En resumen, la situación del mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana es compleja y multifacética. La falta de suelos adecuados, el aumento de precios y la orientación hacia la gama alta son solo algunos de los desafíos que enfrenta el sector. A medida que Sareb se acerca al final de su mandato, será crucial encontrar soluciones efectivas que permitan desbloquear el potencial de los terrenos disponibles y garantizar el acceso a viviendas asequibles para todos los ciudadanos.