La inmigración ilegal sigue siendo un tema candente en Europa, a pesar de un descenso en las cifras en la última década. En España, más de 22,000 personas han llegado sin la documentación adecuada hasta el 15 de agosto, lo que ha generado un gran debate sobre la capacidad de acogida y la integración de estos inmigrantes. Según un barómetro del CIS, la inmigración se ha convertido en la segunda mayor preocupación para los españoles, solo superada por la vivienda y la corrupción.
La situación se complica aún más con el hacinamiento de menores no acompañados en regiones como Canarias, Ceuta y Melilla. La falta de recursos y la ineficiencia en el reparto entre comunidades autónomas han llevado a disturbios raciales, evidenciando la urgencia de una gestión integral del fenómeno migratorio. Expertos como Carmen Egea, profesora de Relaciones Internacionales, abogan por dejar de lado las luchas partidistas y establecer un enfoque colaborativo entre todas las administraciones para abordar esta crisis de manera efectiva.