La reciente controversia generada por un informe de la Agencia Antifraude ha sacudido los cimientos de la Diputación de Valencia, especialmente en lo que respecta al Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM). La dimisión del comisionado del Gobierno para la dana, José María Ángel, debido a la falsificación de su título académico, ha desatado una serie de investigaciones que podrían tener repercusiones significativas en la gestión del museo y en la estructura de la corporación provincial.
Uno de los puntos focales de esta crisis es Carmen Ninet, subdirectora del MuVIM y esposa del excomisionado. Desde 2016, Ninet ha ocupado un puesto de alto rango en el museo, pero su ascenso ha sido cuestionado. La Diputación ha abierto un expediente para determinar si su nombramiento es compatible con su formación académica, ya que se ha señalado que no posee las titulaciones requeridas para su puesto actual. Este hecho ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en torno a la gestión del museo, que hasta ahora había permanecido relativamente estable a pesar de los cambios políticos en la Diputación.
### La Revisión de Expedientes y el Futuro del MuVIM
La situación en el MuVIM ha llevado a la Diputación a revisar otros expedientes de personal, lo que podría resultar en cambios significativos en la dirección del museo. Aunque oficialmente no se han abierto nuevos expedientes, la presión y las sospechas han llevado al equipo de gobierno a investigar más a fondo. La continuidad del actual equipo directivo, encabezado por Rafa Company, está en entredicho, y se espera que en los próximos meses se tomen decisiones que podrían alterar la estructura del museo.
Rafa Company, quien ha sido director del MuVIM en dos períodos, ha enfrentado críticas en el pasado, especialmente durante su reelección en 2018. Su nombramiento fue objeto de controversia, ya que uno de sus oponentes presentó un recurso alegando irregularidades en el proceso de selección. A pesar de esto, Company fue confirmado en su puesto, pero la sombra de la duda persiste sobre su gestión y la de su equipo.
La situación se complica aún más con la investigación sobre contratos adjudicados a empresas vinculadas a la familia de Ninet. Aunque hasta ahora se ha determinado que estas adjudicaciones están dentro de los límites legales, la percepción pública y la presión política podrían forzar a la Diputación a actuar con mayor contundencia. La falta de claridad en la formación académica de Ninet y las conexiones familiares en la gestión de contratos han alimentado las sospechas de nepotismo y favoritismo.
### Cambios en la Institució Alfons el Magnànim y la Reestructuración de la Diputación
Mientras el MuVIM enfrenta su crisis interna, la Institució Alfons el Magnànim (AIM) también atraviesa un periodo de cambios significativos. La reciente decisión de no renovar al director de la editorial, Vicent Flor, y la dimisión de su sucesor, Enric Estrela, han dejado la plaza de director vacante. Este vacío de liderazgo ha generado incertidumbre sobre el futuro de la AIM, especialmente en un contexto donde la lengua y la cultura valenciana están en el centro del debate político.
La AIM ha tomado decisiones controvertidas, como la salida de su editorial de la Associació d’Editorials del País Valencià (AEPV) por no utilizar el valenciano “de los pueblos”. Esta decisión ha sido criticada por figuras destacadas del ámbito cultural, como el editor Gustau Muñoz, quien decidió abandonar su puesto en la colección Pensament i Societat en protesta por lo que considera un atropello a los criterios lingüísticos aceptados.
Además, la nueva diputada de Personal, Reme Mazzolari, ha comenzado a implementar cambios en la estructura funcionarial de la Diputación, lo que podría afectar a la organización de los museos y otras instituciones culturales. La modificación de la relación de puestos de trabajo, aprobada en el último pleno, es solo el primer paso de una reestructuración más amplia que se espera se extienda a otros departamentos, incluyendo Cultura.
La combinación de estas crisis en el MuVIM y la AIM, junto con los cambios en la estructura de la Diputación, sugiere que el futuro de la cultura en Valencia podría estar en un punto de inflexión. La presión política y las investigaciones en curso podrían llevar a una transformación significativa en la gestión cultural de la región, afectando no solo a los museos, sino también a la percepción pública de la administración provincial y su compromiso con la transparencia y la ética en la gestión pública.