La reciente reprobación de los ministros José Manuel Albares y Diana Morant en Les Corts ha desatado un intenso debate sobre la lengua valenciana. La decisión, impulsada por el Partido Popular y Vox, se basa en la negativa de Albares a reconocer el valenciano como lengua cooficial, lo que ha sido interpretado como un desprecio hacia la identidad valenciana. Durante la sesión, el síndic del PP, Juanfran Pérez Llorca, argumentó que la falta de reconocimiento del valenciano es parte de una estrategia más amplia de menosprecio hacia la Comunitat Valenciana. Por su parte, Vox se unió a la reprobación, señalando que la situación actual es un atentado contra la lengua y cultura valenciana.
El debate no solo se centró en la lengua, sino que también abordó cuestiones de financiación y atención gubernamental hacia la Comunitat. Los representantes de Compromís y PSPV criticaron la reprobación, argumentando que el PP y Vox intentan desviar la atención de problemas más urgentes, como la gestión de la reciente dana. Jesús Pla, de Compromís, calificó la postura del PP como una impostura y cuestionó su compromiso real con la defensa del valenciano. La tensión entre los partidos refleja un conflicto más profundo sobre la identidad y los derechos lingüísticos en la región, que sigue generando divisiones entre los diferentes sectores políticos.