En Jumilla, la reciente aprobación de una propuesta por parte del Partido Popular (PP) en colaboración con Vox ha generado un intenso debate sobre la libertad cultural y religiosa. La medida busca modificar la normativa de uso de instalaciones deportivas, restringiendo su uso exclusivamente a actividades deportivas y eventos organizados por el Ayuntamiento. Esta decisión ha sido interpretada como un intento de prohibir la celebración de la Fiesta del Cordero, un evento significativo para la comunidad musulmana local que marca el final del Ramadán.
La portavoz municipal, Mari Carmen Cruz, defendió la propuesta argumentando que se busca proteger las tradiciones y costumbres locales. Sin embargo, críticos de la medida han señalado que esta acción podría ser vista como un ataque a la diversidad cultural y una violación de los derechos de las comunidades religiosas. Vox, por su parte, ha celebrado la aprobación como un paso hacia la defensa de lo que consideran las raíces cristianas de España, a pesar de que la alcaldesa Severa González ha aclarado que no se ha prohibido ninguna manifestación religiosa en el municipio.
Este conflicto pone de relieve las tensiones políticas en la Región de Murcia, donde las políticas de Vox han influido en la agenda del PP, generando preocupaciones sobre la inclusión y el respeto a la diversidad cultural en espacios públicos. La situación sigue evolucionando, y se espera que la comunidad reaccione ante estas decisiones que afectan su derecho a celebrar sus tradiciones.