La situación en Estivella ha tomado un giro inesperado tras la denuncia del alcalde, Francesc Mateu, sobre la ocupación ilegal de la ermita del Garbí. Este emblemático lugar, situado en el parque natural de la sierra Calderona, ha sido objeto de controversia debido a las acciones de un hostelero local que, según el consistorio, ha tomado posesión del edificio sin la debida autorización. La situación ha suscitado un intenso debate sobre la legalidad de la ocupación y las implicaciones para el patrimonio cultural y natural de la región.
La ermita de Santa Creu, que ha sido utilizada como almacén de hostelería, ha despertado la preocupación del alcalde, quien ha instado a la Conselleria de Medio Ambiente a intervenir de inmediato. Mateu ha subrayado que el lugar está regido por un plan de ordenación que delimita las actividades permitidas en el parque, y ha expresado su temor a que la ocupación pueda llevar a la degradación del entorno natural. La polémica se desató el 19 de julio, cuando se reveló que el hostelero había comenzado a utilizar la ermita para fines comerciales, lo que llevó al ayuntamiento a presentar denuncias ante diversas autoridades, incluyendo la Guardia Civil y el Seprona.
### La defensa del concejal de Vox y la respuesta del ayuntamiento
José Ramón Mateu, concejal de Vox y propietario del negocio en cuestión, ha defendido su posición alegando que ha adquirido la parcela en cuestión. Sin embargo, el ayuntamiento ha desmentido esta afirmación, asegurando que el Registro de la Propiedad confirma que la ermita pertenece al consistorio. La disputa se ha intensificado, con el alcalde acusando al concejal de engañar a la población y de sostener una postura que podría llevar el asunto a los tribunales.
El concejal de Vox ha presentado documentación que, según él, respalda su reclamación sobre la propiedad, aunque el alcalde ha señalado que se trata de documentos antiguos que carecen de legitimidad. Esta situación ha llevado a un enfrentamiento entre el ayuntamiento y el concejal, con el primero instando a la Conselleria de Medio Ambiente a actuar rápidamente para resolver la situación. La falta de respuesta por parte de las autoridades autonómicas ha generado frustración en el consistorio, que ha solicitado explicaciones sobre las acciones que se están tomando para abordar la ocupación ilegal.
### Implicaciones para el patrimonio y el medio ambiente
La ocupación de la ermita del Garbí no solo plantea cuestiones legales, sino que también tiene implicaciones significativas para el patrimonio cultural y el medio ambiente de la zona. La sierra Calderona es un área protegida, y cualquier actividad que no esté en conformidad con las regulaciones puede tener un impacto negativo en el ecosistema local. La preocupación del alcalde sobre la posible degradación del paraje es válida, dado que la intervención humana en áreas sensibles puede alterar el equilibrio natural y afectar a la biodiversidad.
Además, la instalación de un chiringuito y la cobro de entradas para acceder a la zona han suscitado críticas entre los residentes y visitantes. Muchos consideran que estas acciones no solo son ilegales, sino que también van en contra del espíritu de conservación que debería prevalecer en un parque natural. La comunidad local ha mostrado su apoyo al ayuntamiento en su lucha por proteger la ermita y el entorno natural, lo que ha llevado a un aumento en la presión sobre las autoridades para que actúen.
La situación en Estivella es un claro ejemplo de cómo los intereses comerciales pueden entrar en conflicto con la preservación del patrimonio cultural y natural. A medida que la controversia continúa, queda por ver cómo responderán las autoridades competentes y qué medidas se tomarán para resolver esta situación. La comunidad espera que se tomen decisiones que prioricen la protección del entorno y el respeto por la legalidad, asegurando que la ermita del Garbí y su entorno permanezcan intactos para las futuras generaciones.