La reciente crisis de incendios forestales en España ha desatado un intenso enfrentamiento político entre el Gobierno y el Partido Popular (PP). La gestión de estos desastres, que han afectado gravemente a regiones como Castilla y León y Andalucía, ha sido objeto de críticas por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente. Este, en un intento de señalar la tardanza del presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, en responder a la emergencia, ha generado una ola de reacciones adversas desde el PP, que exige un mayor sentido de responsabilidad en momentos de crisis. Las redes sociales han sido el escenario de un intercambio de acusaciones, donde Puente ha sido criticado por sus comentarios considerados inapropiados durante la tragedia.
En medio de esta tormenta política, el PP ha lanzado una ofensiva en el Congreso, registrando preguntas para esclarecer la gestión de la comunicación del ministro y su actitud en redes sociales. La situación se complica aún más con la exigencia de dimisiones por parte de Podemos, que critica la inacción de los responsables regionales ante la devastación provocada por los incendios. La falta de unidad y la confrontación entre los partidos en un momento crítico para el país han puesto de manifiesto la tensión política que se vive en España, donde la gestión de emergencias se ha convertido en un campo de batalla entre ideologías.