El mes de septiembre trae consigo un cambio significativo en la dinámica de las ciudades, y València no es la excepción. Con el regreso a la rutina tras las vacaciones, la capital del Turia se enfrenta a un notable incremento en la densidad del tráfico. Este fenómeno, que se intensifica especialmente en el segundo lunes del mes, ha generado preocupación tanto entre los ciudadanos como entre las autoridades locales. Recientemente, se han reportado cifras alarmantes que indican un aumento de hasta 20.000 vehículos adicionales al mes en las calles de València, lo que ha llevado a un incremento de las quejas por parte de vecinos y taxistas sobre las congestiones permanentes en las principales vías de la ciudad.
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha respondido a las críticas señalando que el análisis del tráfico es demasiado simplista. Según él, hay varios factores que contribuyen a esta situación. Uno de los más destacados es la pérdida del servicio de metro en la zona cero de la dana, lo que ha obligado a muchos a recurrir al uso del automóvil para desplazarse hacia la capital del área metropolitana. Además, el crecimiento poblacional de València, que ha alcanzado un récord de 840.000 habitantes, también ha influido en el aumento del tráfico. A esto se suma el deficiente servicio de las líneas de cercanías, que no satisface la demanda de los usuarios.
A pesar de estas dificultades, Carbonell ha resaltado que el uso del transporte público, específicamente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y de los carriles bici, ha crecido este año más que el del vehículo privado. Esta tendencia sugiere que, aunque el tráfico en general esté aumentando, hay un cambio en la forma en que los ciudadanos eligen moverse por la ciudad.
En un esfuerzo por mitigar los efectos del aumento del tráfico, el Ayuntamiento de València ha implementado un operativo extraordinario de Policía Local y Movilidad para el inicio del curso escolar. La alcaldesa, María José Catalá, ha coordinado con técnicos y mandos de la Policía Local un plan que incluye la asignación de 52 agentes en las principales intersecciones para facilitar la circulación y desviar el tráfico hacia rutas alternativas. Este dispositivo se activará el lunes 8 de septiembre, coincidiendo con el regreso a clases, y busca garantizar la seguridad en las entradas y salidas de los colegios, además de minimizar las molestias ocasionadas por las obras de reurbanización en el eje Pérez Galdós-Avenida Giorgeta.
La alcaldesa ha hecho un llamado a los ciudadanos para que utilicen los itinerarios alternativos y el transporte público, pidiendo colaboración y previsión. La Policía Local también ha preparado un servicio extraordinario con 134 agentes que se encargarán de supervisar la entrada y salida de los centros escolares, asegurando que se mantenga el orden en las calles durante este periodo crítico.
Sin embargo, las medidas adoptadas por el Ayuntamiento han sido objeto de críticas por parte de la oposición. La concejala del Grupo Municipal Socialista, María Pérez, ha calificado las acciones de la alcaldesa como un «parche insuficiente y puntual». Según Pérez, las soluciones propuestas no abordan el problema generalizado de la congestión en la ciudad, que se ha visto agravado por políticas que favorecen el uso del automóvil. La concejala ha instado a la alcaldesa a adoptar un enfoque más integral y sostenible en la movilidad urbana, en lugar de limitarse a soluciones temporales que no resuelven el problema de fondo.
La preocupación por el tráfico en València no es un asunto nuevo. La ciudad ha sido clasificada entre las más congestionadas del mundo, lo que plantea un desafío significativo para las autoridades locales. La oposición ha criticado la falta de un plan serio que aborde la movilidad de manera holística, sugiriendo que las acciones actuales son meramente reactivas y no proactivas. La necesidad de un cambio de rumbo hacia un modelo de movilidad sostenible es cada vez más urgente, especialmente en un contexto donde el tráfico y la contaminación son problemas que afectan la calidad de vida de los ciudadanos.
A medida que València se prepara para enfrentar el regreso a la rutina escolar, la gestión del tráfico se convierte en un tema central que requiere atención y acción. La implementación de medidas efectivas y sostenibles será crucial para garantizar que la ciudad no solo se adapte a los desafíos actuales, sino que también se prepare para un futuro donde la movilidad sea más eficiente y menos contaminante. La colaboración entre el Ayuntamiento, los ciudadanos y los diferentes actores involucrados será fundamental para lograr un equilibrio que beneficie a todos y que permita a València avanzar hacia un modelo de ciudad más habitable y sostenible.