La reciente aprobación del Plan Endavant por parte del Consell marca un hito significativo en la recuperación de la provincia de Valencia tras los devastadores efectos de la dana que tuvo lugar el 29 de octubre. Este plan, que se presentó oficialmente a finales de junio, ha sido diseñado para no solo restaurar las infraestructuras dañadas, sino también para establecer bases sólidas para el futuro de la región. Con un presupuesto total de 29.000 millones de euros, de los cuales 14.500 millones serán aportados por la Generalitat, 12.600 millones por el Gobierno de España y 1.450 millones por los ayuntamientos y el sector privado, el Plan Endavant se presenta como una hoja de ruta integral para la recuperación.
El vicepresidente segundo, Francisco Gan Pampols, quien ha liderado la iniciativa, enfatizó la urgencia de implementar las medidas del plan. «Es inmediata, entra en vigor hoy», declaró, subrayando que, aunque se trata de un acuerdo del Consell y no de una ley, su ejecución no puede esperar. Este plan incluye 339 medidas específicas que deben ser ejecutadas en un plazo de tres meses, y ya se ha informado que un 20% de estas acciones están en marcha. Las conselleries tienen la responsabilidad de detallar el planeamiento y el desglose presupuestario para cada una de las medidas, lo que implica un trabajo coordinado y eficiente.
### La importancia de la colaboración interadministrativa
Uno de los aspectos más destacados del Plan Endavant es la necesidad de colaboración entre las diferentes administraciones. Gan Pampols ha hecho un llamado al Gobierno central para que se comprometa con el proceso de reconstrucción, enfatizando que muchas de las medidas propuestas dependen de la acción estatal. «Pedimos lealtad y compromiso, no podemos mirar hacia otro lado», afirmó, instando a la creación de una comisión mixta que facilite la coordinación entre las distintas entidades involucradas en la reconstrucción.
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha sido identificada como un actor clave en este proceso, ya que varias de las medidas del plan están vinculadas a su ámbito de competencia. Sin embargo, la CHJ ha expresado críticas hacia algunas de las afirmaciones del plan, lo que ha generado tensiones. Gan Pampols ha solicitado a la CHJ que sea más sensible a las necesidades de las comunidades afectadas, destacando que las decisiones deben priorizar el bienestar de las personas sobre consideraciones paisajísticas. Este tipo de diálogo es esencial para asegurar que las medidas adoptadas sean efectivas y respondan a las necesidades reales de la población.
### Desafíos y expectativas en la ejecución del plan
A pesar de la aprobación del Plan Endavant, el camino hacia la reconstrucción no está exento de desafíos. La gestión de las alegaciones recibidas, que suman un total de 174, será un aspecto crucial en la implementación del plan. Aunque se ha confirmado que al menos una treintena de alegaciones relacionadas con la discapacidad han sido incorporadas, aún queda por determinar cuántas más se integrarán en el proceso. La transparencia en este aspecto será fundamental para mantener la confianza de la ciudadanía en el proceso de reconstrucción.
Además, la presión sobre las administraciones para que actúen rápidamente es palpable. Gan Pampols ha dejado claro que no hay tiempo que perder: «No hay verano para eso». Este sentido de urgencia es comprensible, dado que las comunidades afectadas por la dana están ansiosas por ver avances tangibles en la recuperación de sus hogares y entornos. La ejecución efectiva de las medidas del plan no solo es una cuestión de infraestructura, sino también de restaurar la confianza y la esperanza en el futuro de la región.
La aprobación del Plan Endavant representa un paso decisivo hacia la recuperación de Valencia tras la dana. Sin embargo, su éxito dependerá en gran medida de la capacidad de las administraciones para trabajar juntas y de la voluntad política de cumplir con los compromisos adquiridos. La colaboración entre el Gobierno central, la Generalitat y los ayuntamientos será esencial para garantizar que las medidas se implementen de manera efectiva y que las comunidades afectadas puedan reconstruir sus vidas y sus entornos de manera sostenible y resiliente.