La reciente votación en el Parlament de Catalunya ha dejado claro que la propuesta de referéndum de autodeterminación presentada por Junts ha sido rechazada nuevamente. Este hecho marca un cambio significativo en el panorama político catalán, donde el independentismo ha perdido su mayoría absoluta. En esta ocasión, Aliança Catalana, bajo el liderazgo de Silvia Orriols, se ha alineado con los partidos no independentistas, sumando fuerzas con el PSC, PP y Vox para tumbar la moción. Este movimiento estratégico busca atraer a votantes de ambos lados del espectro político, tanto de los independentistas como de los no secesionistas.
El crecimiento de Aliança Catalana es notable, con encuestas que sugieren un aumento en su representación parlamentaria, pasando de dos a potencialmente veinte escaños. Este cambio en la dinámica política podría afectar a Junts, que ha visto cómo parte de su electorado no se identifica plenamente con el independentismo. La situación se complica aún más con las advertencias de Junts a Pedro Sánchez sobre las consecuencias de no alinearse con sus propuestas, lo que podría intensificar las tensiones entre los partidos en el Gobierno y los independentistas.
En medio de este contexto, la figura de Carles Puigdemont sigue siendo central. Hoy se conmemora el octavo aniversario de su proclamación de la república catalana, un evento que ha dejado una huella profunda en la política catalana. A pesar de los fracasos en la búsqueda de un referéndum, Puigdemont y su partido continúan presionando por sus demandas, lo que sugiere que el debate sobre la autodeterminación en Cataluña está lejos de resolverse.