La sede del Partido Popular en Valencia ha sido objeto de un acto vandálico que ha causado conmoción en la comunidad política. Este sábado, la fachada del edificio apareció cubierta de pintadas que representan manos manchadas de sangre, acompañadas de la frase «Tacats de sang fins al coll». Este ataque ha sido atribuido a Arran, un grupo de la izquierda independentista catalana, que ya había realizado acciones similares en el pasado. En abril de este año, la sede también fue vandalizada con mensajes que calificaban a los miembros del partido de «asesinos» y a su líder, Carlos Mazón, de «criminal». Estos incidentes reflejan un clima de tensión política en la región, donde las diferencias ideológicas se manifiestan de manera violenta. La comunidad política y los ciudadanos han expresado su rechazo a este tipo de actos, que no solo afectan a las instituciones, sino que también generan un ambiente de inseguridad y división en la sociedad.
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