El exministro José Luis Ábalos ha presentado una defensa inusual ante el Tribunal Supremo, argumentando que su uso frecuente de papel no es indicativo de actividades ilícitas. En un contexto donde se le acusa de solicitar dinero en efectivo a su exasesor, Ábalos sostiene que la expresión ‘tráeme folios’ se refiere a la necesidad de documentos impresos, no a un lenguaje encubierto para transacciones monetarias. Su abogado, Carlos Bautista, ha solicitado al Ministerio de Transportes que certifique la cantidad de papel suministrado a la secretaría de Ábalos durante su mandato, entre 2018 y 2021, para respaldar su argumento de que su consumo de papel es simplemente un hábito de una ‘generación no digital’.
Enfrentando acusaciones de corrupción, Ábalos también busca anular la causa en su contra, alegando que fue investigado antes de que se levantara su inmunidad parlamentaria. Su defensa cuestiona la legalidad de las investigaciones previas y pide al Supremo que revise los accesos a las bases de datos de la Guardia Civil para determinar si hubo consultas sobre su persona antes de la autorización del suplicatorio. Además, el exministro intenta desestimar las acusaciones relacionadas con la adjudicación de contratos durante la pandemia, argumentando que no hubo irregularidades en la compra de mascarillas, ya que los suministros llegaron a tiempo a pesar de la crisis sanitaria.
