El verano de 2025 ha traído consigo temperaturas récord en València, convirtiendo a junio en el mes más cálido desde que se tienen registros. Con días que superan los 40 grados, la ciudad se enfrenta a un fenómeno que no solo afecta a la vida cotidiana de sus habitantes, sino que también transforma el panorama turístico. El cambio climático, una realidad innegable, está modificando las preferencias de los turistas y el comportamiento del comercio local, lo que plantea un desafío significativo para la industria del turismo en la región.
**Desplazamiento del Turismo: Del Centro a las Playas**
La ola de calor ha llevado a un notable cambio en el consumo turístico en València. Según Julia Martínez, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, la afluencia de turistas ha disminuido drásticamente durante las horas más calurosas del día. «Por la mañana se mueven los turistas, pero por la tarde no hay nadie», afirma. Este cambio en el comportamiento de los visitantes ha provocado una caída en las ventas de las tiendas del centro, que dependen en gran medida del flujo constante de turistas.
El fenómeno no se limita solo al comercio. Pablo Alcañiz, gerente de la tienda de alquiler de bicicletas Doyoubike, ha notado un impacto evidente en su negocio. «Cuando hay olas de calor intensas, la gente tiende a no salir a la calle, lo que afecta tanto al comercio local como al turismo», explica. La situación es preocupante, ya que muchos comerciantes han reportado que las rebajas de verano están siendo menos efectivas debido a la falta de movimiento en las calles.
El desplazamiento del turismo hacia las playas urbanas, como Cabanyal y la Malva-rosa, se ha vuelto evidente. Vicente Pizcueta, portavoz de la Coordinadora de la Hostelería de los Barrios de València, señala que aunque la actividad en el centro se mantiene estable, hay un aumento notable en las zonas de playa. «Nos hemos convertido en un destino de sol y playa que hace años nadie hubiera pensado», comenta. Este cambio en la preferencia de los turistas plantea preguntas sobre la sostenibilidad del turismo en el centro de la ciudad y cómo adaptarse a estas nuevas tendencias.
**Soluciones Urbanísticas para un Futuro Sostenible**
Ante el creciente desafío del calor extremo, los expertos coinciden en que València necesita adoptar medidas urbanísticas para mitigar el impacto del clima en el turismo. Julia Martínez sugiere que las nuevas urbanizaciones deberían incluir más árboles y toldos en las calles para proporcionar sombra. Además, propone la instalación de difusores de agua, una práctica que ya se utiliza en algunas ciudades de Andalucía y que ha demostrado ser efectiva para refrescar el ambiente.
Alberto Galloso, director de la consultora Soluciones Turísticas, también enfatiza la necesidad de aumentar las zonas verdes y los espacios de sombra en la ciudad. «La climatización de los transportes públicos y la mejora de los espacios públicos son esenciales para hacer de València un lugar más acogedor durante los meses de calor», argumenta. La implementación de estas medidas no solo beneficiaría a los turistas, sino que también mejoraría la calidad de vida de los residentes.
El cambio climático está obligando a las ciudades a replantear su modelo turístico. Según Galloso, en un horizonte de 10 a 15 años, las temporadas turísticas y los perfiles de los visitantes cambiarán. «Los turistas del Reino Unido, por ejemplo, no vendrán a València en julio o agosto cuando en su país hace 25 grados», explica. Esto sugiere que València podría convertirse en un destino más atractivo en meses más frescos, lo que requeriría una adaptación en la oferta turística de la ciudad.
La situación actual en València es un claro reflejo de cómo el clima puede influir en el turismo. A medida que las temperaturas siguen aumentando, es crucial que la ciudad tome medidas proactivas para adaptarse a esta nueva realidad. La combinación de un enfoque en la sostenibilidad y la innovación en el sector turístico podría ser la clave para mantener a València como un destino atractivo, incluso en los meses más calurosos del año. La transformación del turismo en València es un proceso en marcha, y la capacidad de la ciudad para adaptarse a estos cambios determinará su éxito futuro en el ámbito turístico.