Un juzgado de Alicante ha dictado una sentencia de absolución para un joven de 19 años que fue acusado de cuatro delitos de agresión sexual. Este caso ha generado un gran revuelo social debido a la naturaleza de los hechos, que involucran a una menor de 11 años con la que el joven mantuvo relaciones sexuales durante dos años. La menor, que quedó embarazada y dio a luz a una niña cuando tenía solo 12 años, había declarado que el acusado no conocía su verdadera edad, lo que ha sido un factor determinante en la decisión del tribunal.
### Contexto del Caso
El caso se originó cuando la menor denunció a la Policía que su madre la había echado de casa y que había huido del Reino Unido con ella sin el consentimiento del padre. La madre fue detenida y extraditada, mientras que la menor quedó bajo la tutela de la Generalitat Valenciana. Durante el juicio, se presentó evidencia de que la menor había engañado al joven sobre su edad, afirmando que tenía 15 años, la misma edad que él en ese momento. El tribunal consideró que el desarrollo físico de la menor y su apariencia eran compatibles con la edad que había declarado, lo que llevó a la absolución del joven.
La sentencia del juzgado de Menores número 1 de Alicante establece que el joven, nacido en 2005, mantuvo relaciones sexuales «con asiduidad» entre 2021 y mediados de 2023 con la menor, quien al inicio de la relación tenía 11 años y 13 al final. La defensa argumentó que el joven no podía ser considerado culpable debido a la falta de conocimiento sobre la verdadera edad de la menor, lo que se apoya en el artículo del Código Penal que excluye la responsabilidad penal en casos donde el autor es próximo en edad y desarrollo a la víctima.
### Detalles de la Sentencia
La sentencia ha sido objeto de análisis por parte de expertos en derecho y ha suscitado un debate sobre la responsabilidad penal en casos que involucran a menores. El tribunal destacó que la menor había mentido no solo al joven, sino también a profesionales de la salud durante el parto, quienes creyeron que tenía 16 años. Este aspecto fue crucial, ya que el tribunal consideró que la falta de pruebas suficientes para demostrar que el joven conocía la verdadera edad de la menor era determinante para su absolución.
El fallo también menciona que la menor no tenía intención de denunciar un abuso o agresión sexual, sino que su denuncia se centraba en otros problemas familiares. Este hecho ha llevado a cuestionar la naturaleza de la relación entre ambos y si realmente existió un consentimiento informado por parte de la menor. La sentencia señala que, incluso si la menor hubiera revelado su verdadera edad durante la relación, el joven aún podría haber estado exento de responsabilidad penal debido a la cláusula de exclusión de la tipicidad.
El tribunal también evaluó el contexto de madurez de ambos jóvenes, señalando que la experiencia vital de la menor era considerablemente más compleja que la del joven, quien no tenía antecedentes penales y era considerado un joven normalizado. Este análisis ha llevado a muchos a reflexionar sobre la percepción de la madurez en los adolescentes y cómo esto influye en la interpretación de la ley.
El caso ha puesto de relieve la necesidad de un debate más amplio sobre la legislación relacionada con las relaciones sexuales entre menores y la responsabilidad penal. La sentencia puede ser recurrida, lo que sugiere que el caso podría no estar cerrado y que aún hay espacio para el análisis y la discusión en torno a este tema tan delicado y controvertido.
La decisión del tribunal ha generado reacciones mixtas en la sociedad, con algunos apoyando la absolución del joven debido a las circunstancias del caso, mientras que otros consideran que se debería haber tomado una postura más firme en defensa de la menor. Este caso es un recordatorio de la complejidad de las relaciones entre menores y la importancia de abordar estos temas con sensibilidad y rigor legal.
